Si os fijáis los tonos son más bien neutros; beis, topo, tierra?pero el blanco casi ni aparece.Hay toques de madera y tapicerías claras. Un conjunto que hace que sea muy acogedor, y que a su vez refleje mucho la luz. El sofá es uno de los elementos más importantes del salón y auténtica joya! Nos encanta ese rosa empolvado.
En el dormitorio destaca la impresionante chimenea en mármol, que a pesar de estar condenada, cumple un papel esencial haciendo de apoyo al antiguo tocador de espejos, además de marco para la colección de zapatos de la diseñadora de interiores.
La zona de la cama, en tonos tirando a malva combinados con el negro de las lámparas y de la cómoda. Aprovechando los altísimos techos de la casa, una antigua jaula colgada. Hasta el radiador cumple su papel sujetando el marco de fotos. El arco de la pared pintado de color topo, contrarresta muy bien con el resto de tonos beige y ejerce de segundo cabecero.
Lo bueno de la decoración de esta casa, es que ha sabido potenciar su arquitectura, dando protagonismo justo a los muebles, y resaltando sus puntos fuertes como paredes, chimeneas, techos, etc. En la siguiente imagen pueden observarse los detalles de la chimenea, enmarcados con un impresionante espejo antiguo de cinco hojas.
Un apartamento lleno de vida y de objetos con historia. Quien pensaba que el rosa era cursi, o sólo para las chicas, sabrá que la decoradora vive en este apartamento con su marido. No creo que a él le importe tener un sofá rosa?
¿o si?
BONNE JOURNÉE!
Fotos de Trevor Trondro para el NY Times
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