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Casas llenas de muebles antiguos, cocinas de hace cuarenta años, miles de objetos decorativos, salones sin luz... Si has buscado piso recientemente, seguro que te suenan todas estas imágenes en las inmobiliarias. Lógicamente, si estás buscando hacer una inversión importante comprando o alquilando una vivienda, querrás que sea bonita, luminosa y con materiales de primera calidad.
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Ahí es donde juega un papel muy importante el home staging. Gracias a una buena reforma puedes hacer que tu piso gane más valor en el mercado, sacar mayor beneficio y conseguir que se venda o alquile mucho antes. La mejor noticia es que, con nuestra financiación, podrás llevar a cabo la reforma sin ningún problema. A continuación, vamos a ver qué puntos harán que tu casa sea mucho más atractiva...
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1. Antes de vender o alquilar una casa es básico pintarla entera. Así corriges cualquier imperfección o mancha, buscando diseñar, además, un espacio neutro y luminoso. Por ese motivo, usa colores muy claros como la gama de tonos tierra, beiges o blancos. Nada de colores fuertes o papeles pintados que puedan condicionar toda la decoración.
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2. Si la vivienda es pequeña, puedes pensar en una reforma integral quitando algún tabique y haciendo el espacio mas versátil. La mejor idea es integrar la cocina al salón para ganar en luz, sensación de amplitud y poder usar el comedor como vínculo entre las dos zonas. Aunque esta distribución de la vivienda no era muy común hace unos años, cada vez gana más adeptos.
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3. Sobre todo si vas a alquilar la vivienda, reformar el suelo y optar por un material práctico, resistente y fácil de limpiar es un acierto. Dentro de esta categoría, puedes ceñirte al terrazo o a las tarimas cerámicas, que consiguen un efecto muy parecido al de la madera y se limpian mejor. De hecho, se emplean en cocinas o cuartos de baño sin ningún problema.
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4. La carpintería es fundamental. Si quieres modernizarla, laca en blanco las puertas y los armarios empotrados. No solo tu hogar ganará en luz, sino que hará que todo parezca mucho más moderno y actual.
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5. ¡Quita de en medio todos los objetos personales! Las fotos de familia, los imanes en la nevera, las figuritas... Tu casa tiene que ser confortable, acogedora, pero sin ningún tipo de decoración que hable de sus anteriores dueños. La idea es que la persona se vea viviendo allí, no que vea cómo vive otra familia.
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6. Por último, deberás reservar una partida del presupuesto al mobiliario. La base debe ser elegir muebles prácticos, fáciles de limpiar y que combinen fácilmente con cualquier decoración. Por ello, los tonos neutros, la madera y el blanco deben ser constantes en todas las estancias.
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