Entusiasmada!!
Así me encuentro:
Embriagada, arrebatada, eufórica con el Sakura : )
El sakura o cerezo en flor japonés es uno de los símbolos más conocidos de la cultura japonesa.
La flor del cerezo florece durante la primavera.
En Japón se celebra el festival de hanami en su honor puesto que es su flor más significativa, aunque no la oficial, que es el crisantemo.
Durante el festival los familiares y amigos se reúnen en los parques a la sombra de los cerezos compartiendo picnic, celebrando la floración y reflexionando sobre la naturaleza efímera de la vida y la mortalidad, debido a que la vida útil de las flores de cerezos es corta.
Es increíble como todo se tiñe de rosa, de blanco, de múltiples tonalidades pastel hasta las mismas laderas del gran Fujisan.
Justamente es ahora que florecen los cerezos, así como los almendros que tienen flores muy parecidas.
Por ahora me consuela ver las preciosas fotos que me envía mi niño y los millones de ellas que hay en internet...
Pero esta semana se me ocurrió que tal vez podría hacer algo parecido - muy de lejos - para traer a casa un poquito de sakura, esta maravillosa explosión de color y ternura primaveral.
Y si, aquí están mis flores de cerezo.......o tal vez de almendro....
No lo sé, pero intenté reproducirlas en papel de seda y con unas ramas secas.
En la red hay muchos vídeos sobre cómo hacerlas.
Yo os voy a contar cómo las hice yo.
Es entretenido de hacer pero sencillo!
Me hice dos plantillas de flor de cinco pétalos en cartulina, una más grande y otra más pequeña para cortar todas las flores en el mismo tamaño, no me fiaba yo de hacerlas toditas iguales a ojo, jeje...
Con pliegos de papel de seda dibujamos la flor y cortamos. Ya que es un papel muy finito podemos cortar varias hojas juntas, sobre todo si tenéis unas buenas tijeras se pueden cortar los pliegos, tal cual vienen, sin que se desdibujen las flores.
Luego colocamos dos flores grandes y dos pequeñas alternando los pétalos, como se ve en la foto.
Con un rotulador marcamos el centro...
y agarramos la flor por la parte posterior haciéndole un churrito.
Con el rotulador marcamos algo parecido a los pistilos.
Cuando ya tenemos unas cuantas y, pistola de silicona en mano, comenzamos a pegarlas en las ramas formando los ramilletes a nuestro antojo.
A que quedan lindas ?
El salón de repente se llenó de primavera y hasta los pajarillos acudieron a presenciar la sakura.
Tengo otras ramitas en preparación para regalar.
Bueno, espero que os hayan gustado mis flores y os animéis a acercar la sakura a casa, es muy facilito de hacer y frugal, tanto que lo voy a compartir en el Finde Frugal de Marcela, donde ya me han puesto falta muuuchas veces, jejeje....
Muchas gracias por vuestra visita, sabéis que me encanta leer vuestros comentarios y sugerencias.