Ante todo felicitarte si tienes un salón con doble altura, desde el punto de vista decorativo es una “perita en dulce” para quienes quieran dar rienda suelta a su creatividad, ya que nos permite hacer mil y una combinaciones decorativas.
Si además las vistas son a un jardín o al mar, mejor que mejor, ya que la privacidad te permite ahorrarte metros y metros de tela en cortinas o estores.
Con unas buenas vistas, toda la decoración debe ir enfocada hacia los ventanales y a partir de ahí, ya puedes empezar a definir el estilo que más te guste. Si te parece que los techos están excesivamente altos, puedes “acercarlos” con un detalle como una lámpara o rodear la partes de arriba con una librería con plataforma, es una excelente manera de almacenar libros.
Aunque hemos visto infinidad de salones de doble altura decorados con estilo industrial, no tiene por qué ser así. Muebles rústicos, un muro de ladrillo visto o piedra y tendrás un perfecto ambiente rústico. Añade detalles y alfombras étnicas y le proporcionarás calor, convirtiendo un espacio que podría ser frío, en cálido.
Juega con el color, pero no olvides que todo debe ir enfocado a la tremenda obra de la Madre naturaleza y tu ventanal será solo un marco.
Pero ¿qué pasa si lo que tienes enfrente es un feo edificio u otra casa demasiado pegada a tu magnífico ventanal?
Entonces lo mejor sería enfocar la decoración hacia otro lugar que no sea el ventanal, por ejemplo un enorme cuadro de arte abstracto o una librería llena de volúmenes bonitos o un tapiz digno del palacio de un rey y la cristalera pasaría a ser uns fantástica fuente de luz que ilumina tu salón. Y si, piensa en el presupuesto para estores enrrollables.
Eso si, tanto en un caso, como en otro, tu muro de cristal debe estar siempre limpio y ser prácticamente invisible.
¿No os parece que tiene muchas más ventajas tener un maravilloso salón a doble altura?
Maria SJB
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