Una manita rápida y sin mucha meticulosidad, dejando entrever el mimbre, le dará un aire más original a nuestro receptáculo.
Esta vez hemos experimentado con una nueva pintura a la tiza que hemos adquirido en unos grandes almacenes. No..., no ha sido en Pull&Bear... Nos referimos a unos grandes almacenes de Bricolaje, hombre. Pero la bolsita tiene su por qué...
Al ver que el color era casi idéntico al de la pintura elegida, decidimos usarla, dándole la vuelta, para cubrir el interior de la cestita. ¡Tal que así!
Recortamos lo sobrante...
Doblamos hacia adentro los bordes del plástico ....
Y lo sujetamos al ribete superior del mimbre (nosotras hemos usado silicona caliente, pero un hilo fuerte y una aguja también sirven).
Y vosotros diréis... ¿Y qué es lo que dejaréis de rebuscar con este simple artilugio? A ver ..., ¿sabéis de esos pequeños paragüas plegladitos que se quedan siempre en el fondo del larguiiiiiísimo paragüero y que para localizarlos tenemos que meter el brazo a todo lo largo y palpar hasta localizarlo? ¡¡¡Pues eso!!!!
Perico pasa ampliamente de nuestras "neuras funcionales y decorativas" y se echa en el sitio más fresquito de la casa. ¡Que vaya calor que está pasando el pobre con ese abriguito de pieles! ¡Qué bien le sentaría una buena lluvia sin paragüas ni "ná de ná"!
Nos vamos a ver las propuestas que han dejado en el blog de nuestra querida Marcela y sus findes frugales.
¡Hasta el lunes!