“Cuando una casa está ordenada, parece que esté limpia”. Supongo que habréis oído muchas veces esta frase… pues es cierto. Y también es cierto que el orden es una parte fundamental en la decoración.
Normalmente todos llevamos un ritmo de vida acelerado que impide que mantengamos nuestra casa sin una pizca de polvo. Pero si la tenemos ordenada y ventilada, dará la sensación de estar limpia. Lo mejor es marcarnos unos hábitos para que se convierta en algo automático e inconsciente.
1. Limpiar para reducir el estrés y la ansiedad.
¿Sabíais que que ordenar la casa puede reducir la ansiedad? Una investigación publicada en The Personality and Social Psychology Bulletin analizó los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en 60 mujeres participantes. Las que describieron sus hogares como desordenados y estresantes estaban más deprimidas que aquellas que los definían como ordenados y acogedores, y tenían mayores picos de cortisol a lo largo del día. Una casa ordenada ayuda a tener una mente despejada y estos posts te ayudarán a conseguirlo: La magia de ordenar la ropa y La magia de ordenar libros, papeles y objetos varios.
Lo ideal es que se organicen las estancias en este orden: primero la cocina, después el baño, a continuación el dormitorio y por último el salón y el recibidor. Así podrás recuperar una media de 20 minutos al día que antes perdías buscando, por ejemplo, las llaves, la cartera e incluso los zapatos. Porque si tu casa es un desastre, seguramente perderás mucho tiempo todos los días, con el consecuente malestar que esto genera. Puedes acabar con ese círculo vicioso con un recibidor disciplinado, en el que siempre esté todo en orden y todo tenga su lugar.
2. Limpiar la casa de olores y malas energías.
Es muy importante ventilar todos los días para eliminar los malos olores y colocar estrategicamente ambientadores de stickers para que aporten un aroma sutil.
También hay que limpiar de vez en cuando la casa de malas energías. Si, si, habéis oído bien. Yo lo hago en los cambios de estación y/o cuando traigo algún objeto de decoración nuevo a casa (que suele ser bastante a menudo, jeje) ¿Sabéis como? Es muy fácil. Una vez la casa está limpia, prendemos una barrita de incienso de sándalo y mirra. Tenemos que ir por todas las estancias de la casa, desde el centro hacia las esquinas. Y pasados unos minutos tras haber recorrido toda la casa, abrimos las ventanas para que se vayan las malas energías.
3. Cama hecha y habitación ventilada antes de salir de casa por las mañanas.
En mi casa, desde que era pequeña, mis padres nos acostumbraron a mis hermanos y a mí, a que, antes de salir de casa, la cama debía estar hecha. Esto se convirtió en una acción inconsciente y, aunque llegara tarde al cole, mi cama se quedaba arreglada. Tenía tanta práctica que no me llevaba más de 2 minutos. Ahora que tengo mi propia casa, continuo haciéndolo y, cada mañana, antes de salir al trabajo, ventilo la habitación mientras estoy en el baño y hago la cama antes de vestirme.
Además, las sábanas deben cambiarse una vez a la semana y la funda de la almohada un par de veces y así evitaremos que la cara se nos engrase y el pelo se nos ensucie más de la cuenta. ¿Verdad que el olor a limpio cuando te acuestas es lo más?
Las cortinas son las grandes olvidadas y hay que lavarlas al menos una vez al año ya que acumulan mucho polvo y suciedad, sobre todo las correderas.
Por último, los cojines y la mantita del sofá. Con lavarlos una vez al mes, es suficiente.
4. Cocina recogida tras cada comida (gracias al lavavajillas).
Una de las pocas cosas que odio de las tareas del hogar, es fregar. Por eso tengo lavavajillas. Pero además lo tengo porque, al quitar la mesa, lo meto todo dentro, lo cierro, y es como si no hubiera pasado nada. Y en un momento la cocina está recogida. No entiendo a la gente que no quiere tener lavavajillas, porque pierdes mucho tiempo (y agua) fregando y luego se queda todo escurriendo a la vista. También es un puntazo tener inducción, ya que la placa se limpia muy fácil y rápido.
Espero que estos consejos os ayuden a tener una vida más feliz