Esta vivienda destaca por todas sus características, su forma rectangular, su altura, su color blanco, su estilo minimalista, sus materiales... El objetivo de los arquitectos era conseguir que contrastara con el resto de viviendas, y claramente lo han conseguido. De este modo consiguien realzar no sólo la vivienda que han diseñado, sino también el resto del barrio de estilo tradicional, potenciandose mutuamente.
El interior se constituye por un único espacio que queda dividido por tres forjados de acero que quedan totalmente a la vista. En planta baja encontramos el baño, la cocina y el salón. En la primera planta la biblioteca, y en la segunda, un dormitorio, un baño y una terraza. En la planta baja también se dispone de un patio y de una zona de trabajo tras él, totalmente independizada de la vivienda y con acceso por su parte posterior.
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