- Incorporar el uso de doble vidrio: El primer punto es ver cuáles son los espacios cuyas aberturas necesitarán ser aisladas. Las ventanas son los lugares por donde más se escapa el calor (se estima que hasta un 40% del total). Para evitarlo, se puede aplicar un doble vidrio (que también sirva en verano y para insonorizar). Estos paneles hay que instalarlos sobre aberturas existentes y van sujetos al marco original. Entre cristal y cristal -cuyo grosor puede variar- llevan en el centro una cámara de aire que produce el aislamiento.
- Evitar las salidas de aire: Para evitar que el calor se escape por las ventanas, se puede hacer algo tan sencillo y barato como colocar burletes en las ventanas y sellar los vidrios con silicona. SI no hay persianas en el ambiente se pueden utilizar cortinas de un género pesado, doble o con guata en su interior. Lo ideal es que las cortinas sean lo más planas posibles y preferentemente corran sobre un riel de forma vertical, para hacer que el vidrio quede lo más aislado que se pueda.Es fundamental tenerlas las cortinas abiertas a lo largo del día para que entre el sol y suba la temperatura de la casa.
- Evitar dejar rendijas: El frío pasa por los lugares más insospechados, como las cajas donde se enrollan las persianas, que se puede aislar con paneles de corcho e incluso sellar las rendijas con silicona. Agregar burletes sobre la ranura inferior de las puertas resulta ideal para controlar las corrientes de aire. Podés colocar carpetas que ayuden a conservar el calor y no transmitan el frío del piso, sobre cuando se trate de suelos revestidos con materiales fríos, como el mármol, el porcelanato o la cerámica.
Por: Gustavo Peláez
Fuente: espacioliving.com
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