En algunos puntos como en Galicia, eso de que la primavera está a la vuelta de la esquina lo sabemos por el calendario pero poco más... Así que para mimetizarme con el tiempo, os quiero enseñar un ático de 49 metros cuadrados con una terraza nevada en la que no me importaría para nada darme un bañito. ¿Queréis saber por qué?
Tengo que decir, que aunque a simple vista el espacio es precioso, yo hubiera cambiado bastantes cosas en este pequeño apartamento. Empezando por la cocina, ya que su distribución tan lineal no me parece práctica para nada, no resulta cómodo ir desde el fregadero a la sartén por ejemplo, pasando por una puerta... La verdad es que no se porque no han elegido otro tipo de diseño.. ¿Vosotros le veis sentido?
Otro de los fallos, es que el calor visual de la chimenea, al no tener ningún punto de descanso enfrente, para mi se pierde. Yo me imagino en ese piso sentada en el gran sofá frente a la chimenea, vosotros no?
Aun así, el detalle de tener una bañera en la terraza cubierta de nieve me ha ganado. Yo de verdad que me daría un baño de agua bien caliente rodeada de frío, me encanta!
El rincón de lectura fue otro de los puntos que más me han gustado. Me encanta la idea de almacenar las revistas en cajas. El color de la madera además, destaca con el blanco del suelo haciendo un contraste precioso.
Puede que el espacio de la habitación os resulte pequeño (que lo es...), pero creo que al tener tan pocos metros, es un acierto priorizar en la zona de día, que al fin y al cabo, es donde pasamos más tiempo despiertos.
Y lo mejor, para el final. Se os va a hacer la boca agua! A mi darme un baño aquí, me recordaría a Caldea, un gran balneario que está en Andorra. Tienen una piscina que va desde el interior hasta el exterior y es una gozada estar en el agua calentita mientras te cae la nieve en la cara.
Fuente: Planete Deco
¿Qué os ha parecido?
¿Os hago un hueco en la bañera?