Curioseando por ahí en busca de inspiración, me llamó la atención una cómoda... y a raíz de eso, fui a ver la colección de cómodas que tenían a la venta en esa página.
Entre cómodas de estilo formal, tradicional, destacaban una amplia gama de ellas en estilo muy llamativo, y esas fueron las que seleccione hoy para ustedes.
Porque me emocionan, y me parecen ideales cuando las utilizamos con un propósito bien definido.
Creo que, como son algo excesivas, no conviene abusar, y no caer en la fácil tentación de ponerlo todo conjuntado, de la misma serie.
La mejor manera de usarlas es en solitario. Buscar, eso sí, que sintonice con el resto de mobiliario en cuanto a diseño (clásico, rústico, industrial), acabado, orientación (femenino, masculino), o incluso que dentro de la gama cromática utilizada sea el contrapunto, el contraste que todo lo unifica.
Si eres osada, y sabes bien lo que te haces, puedes añadir una cómoda de estas para lograr un toque especial, con el propósito de ser: original, rebelde, buscar el punto kitsch, o denotar un fino sentido del humor.
Lo bueno de las cómodas es que puedes integrarlas en cualquier espacio de la vivienda, desde el hall al baño, pasando por salones, dormitorios, distribuidores...
Las encontrarás desde las más discretas (dentro de su personal diferencia), hasta las más extravagantes. Para todos los gustos, seguro que hay alguna para ti.
Mi favorita es esta:
Aquí van algunas más...
Siempre se podrá optar por "tunear" un mueble que ya tengamos en casa, para darle nueva vida, si pensábamos deshacernos de él, o simplemente para darle esa chispa especial... Por ahí hay verdaderos artistas del DIY.
Hasta pronto y ¡a disfrutar!
nota: todas las imágenes en Portobello Street.
Fuente: este post proviene de Un Lugar Para Los Sentidos, donde puedes consultar el contenido original.
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