Hoy os traemos un mini piso en Manhattan que nos ha cautivado por su genial aprovechamiento del espacio.
Siguiendo con el lema de Campo Baeza más con menos, el arquitecto Specht Harpman consigue sacar el máximo partido de los pocos metros cuadrados disponibles, haciendo uso del espacio vertical.
La vivienda dispone de muy pocos metros cuadrados en planta, sin embargo, tiene una altura nada desdeñable que el arquitecto aprovecha para crear dos plantas más un ático, en los que aloja salón cocina y baño, dormitorio y una espectacular terraza en el centro de Manhattan.
Su rasgo distintivo es, sin duda, la imponente escalera que distribuye las estancias y que contiene la mayor parte del espacio destinado al almacenaje, tanto en el salón como en el dormitorio.
Tiene un marcado carácter minimalista en el que predominan las lineas limpias y el blanco inmaculado, lo que aumenta la sensación de amplitud. La pared de ladrillo pintado, junto con la madera oscura proporciona calidez y encanto a la vivienda.
Nos encanta también la forma en la que se aprovecha el dormitorio: la estructura en voladizo permite colocar una cama extragrande en un pequeño espacio complicado de amueblar.
Esperamos que este pequeño microloft os haya gustado tanto como a nosotras y, por supuesto...¡Feliz Lunes!