Proyectada por los arquitectos Humbert & Poyet, construida con materiales naturales, es el refugio de vacaciones perfecto e idílico. El blanco predomina en toda la estancia, donde destacan las vistas de ensueño y la luminosidad de la costa italiana.
La terraza, una zona prácticamente al aire libre, que mide solo 3 metros cuadrados se asoma al Mediterráneo y ofrece unas vistas privilegiadas.
El suelo del salón se ha revestido con listones de madera pintados a mano, vestido con mesa y bancada realizadas a medida, piano de segunda mano, taburete de un anticuario de París y columpio.
La cocina también se ha amueblado con muebles a medida y encimera de mármol de Carrara, donde el fregadero es además un diseño de los arquitectos. Sobre la placa de cocción, una cafetera antigua y para acompañar los detalles dorados de toda la estancia, cubertería dorada.
Alrededor del comedor, ventanas abatibles que dejan que entre la luminosidad y la brisa marina.
Junto a la cocina una escalera por la que se accede a los dos dormitorios. Tanto en el dormitorio principal como el secundario la cama se eleva sobre una plataforma de listones pintados a mano.
El baño es de tamaño reducido, pintado con un efecto de brocha, está iluminado con una lámpara de pared y decorado con un espejo adquirido en un anticuario de Niza.
Luego está el exterior, donde las vistas hablan por sí solas...
Perfecto para unas vacaciones de verano, ¿verdad?
En el próximo post... Coqueto ático individual
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