Aunque es una casa repleta de piezas increíbles y decorada con muy buen gusto, también es muy vivida, real y práctica. El eclecticismo se crea con la personalidad de sus habitantes, presente en cada estancia, que la diferencia del resto.
La mezcla de blanco y madera sólo se rompe con algunos toques de colores alegres. Si sumamos esto a los grandes ventanales con preciosas vistas, conseguimos que irradie la luz en cada rincón.
No os perdáis la originalidad de la habitación infantil, los infinitos detalles decorativos y, por supuesto, los muebles de madera creados por los propios dueños… Vais a querer más de uno!
Vía: The Design Files
Este artículo es original del blog Decorar Mi Casa