En multitud de ocasiones, mi marido y yo hemos hablado sobre las sensaciones que nos produce cocinar y yo siempre lo tengo claro... Me gusta experimentar entre fogones, pero a la vez ¡me estresa una barbaridad!...
- Debería sucederte lo contrario- dice mi pareja- A los aficionados, cocinar, les relaja...
A mi cocinar, me pone un poco nerviosa, no sólo porque la falta de experiencia hace que tenga la sensación constante de no ser capaz de hacer "DOS COSAS AL MISMO TIEMPO", así que me paso los minutos, mirando fijamente la cazuela mientras pochan las verduras o se cuecen los huevos...
Sino también porque se me disparan las hormonas del estrés cuando me choco con los cajones abiertos o las puertas de los armarios, cuando me falta espacio en la encimera para colocar la tabla de corte, cuando se me acumulan los cacharros en el fregadero junto con las mondas de patata...
Hoy apostamos con fuerza, por esta maravillosa cocina, que no sólo me resulta TREMENDAMENTE ESTILOSA con ese aire INDUSTRIAL a la par que ROMÁNTICO que aportan las lámparas y los azulejos "TIPO METRO" en medio de una BLANCURA IMPECABLE...
Sino porque ante todo, y sobre todo, es TREMENDAMENTE ENORME, INMESA, COLOSAL, VOLUMINOSA, MONUMENTAL... Y tan FORMIDABLE, EXTRAORDINARIA y EXCEPCIONAL que mientras observo las fotografías ya empiezo a notar como me invade una calma pasmosa...
Os deseo que paséis un estupendo FIN DE SEMANA... SED FELICES y
HACED FELICES A OTROS...
Fuente: Stadshem