Siempre nos quejamos de lo mismo. Falta de espacio, escasez de orden, pero en realidad no es cuestión de estirar los metros, sino de sacarles mejor partido.
Hoy te dejo una lista de cosas que es muy posible que tengas en casa y que en realidad no necesitas.
10 cosas que tienes en casa y no necesitas
1. Una vajilla, dos vajillas, tres vajillas
No, no vamos a tirar la casa por la ventana, ¿Pero de verdad hace falta tanto plato? Es una de las cosas que me preocupa en casa porque ya veis que mi cocina es mini y además no tengo apenas capacidad para guardar nada.
En mi salón tengo dos vitrinas llenas de menaje, ya sabéis esas dotes que se empeñaban en comprar las madres. Mi próximo objetivo es retirar de la cocina todos esos vasos, platos, etc que se han quedado descolgados de sus juegos, o que se han ido rompiendo.
En realidad con 8 platos de cada tipo hay más que suficiente. Ah, esto sirve también para esos vasos o platos que nos regalan con algo de comer (dícese la Cocacola).
2. Química a gogo
Si te agachas a ver la cantidad de productos químicos que tienes en casa y que nunca gastas, es alucinante. Ya os conté cómo limpiar usando limón, pero hay muchos productos alternativos que no incorporan química y que te van a dejar la casa mejor.
Ya que estás de limpieza, pégale un repaso a los cajones del baño. Seguro también encuentras una buena colección de botellas, sprays y cosas varias, que sólo usaste una vez y no te convencieron.
¿Me equivoco? Recuerda que el eco parque, siempre es mejor opción que el cubo de la basura ¡Y ya será para nota!
3. Demasiados muebles
Es uno de los errores que cometemos con frecuencia. Acumular muebles viejos por no tirarlos en su momento, que acaban llenos de trastos.
Seguro tienes por ahí algún que otro mueble totalmente pasado de moda que te pide a gritos o un cambio de look (vamos un tuneo en condiciones) o en el peor de los casos, que lo lleves al eterno retiro. Siempre está la opción de usar alguna aplicación para venderlo, tipo Wallapop.
4. Sábanas o toallas de Cuéntame
Si lo piensas bien, en realidad con tener un juego de sábanas y otro de repuesto, tienes más que suficiente para funcionar bien. Vale que a las que nos gusta la deco, todo lo cambiamos, pero esto se solucionaría con a lo sumo 3 juegos que irás variando. Pero esa colección de sábanas indecente ¿Para qué? Se comen sitio, y pronto se pasan de moda.
Lo dicho, mejor 2 y a ser posible de buen lavado y tonos muy neutros. Con las toallas, ídem de los mismo. No vas a tener sólo dos, pero todas esas pobres que ya no tienen ni color, anda, hazles el favor de jubilarlas que ya se lo han ganado.
5. Cosas duplicadas
Dos mesitas de noche, dos lámparas iguales, dos mesitas iguales a cada lado del sofá. ¿Por qué? En el dormitorio por ejemplo, no necesitas tener dos mesitas idénticas. Ya te lo conté cuando hablamos de mesitas de noche alternativas.
Se puede poner sólo una, original, distinta, resultona, y al otro lado poner una cómoda que nos sirva para guardar.
También puedes usar una silla vieja que restaures, o incluso, dejar una balda volada. Si tienes metros, bueno puede que añadir 2 muebles iguales te aporte equilibrio, sensación de conjunto, pero si no los tienes. ¡Rompe esa pareja que no te aporta!
6. Centenares de bolsas de plástico
De verdad que no tiene sentido que acumules debajo del fregadero esa cantidad indecente de bolsas de plástico. Ahora ya vamos todos al súper con nuestras bolsas reutilizables o el carrito de la compra (yo voy tan pagada con el mío, cual Maruja de hoy).
Hazte un gran favor, mételas todas dentro de una bien grande y las llevas al contenedor apropiado que es el contenedor AMARILLO.
7. Los regalos de las bodas
En serio, esto debería de parar. ¿De verdad vas a usar ese tres en raya sobre el que se apoya ese juego de vasos diminutos de chupitos? A lo sumo conserva el de tu boda o la de tu hermano, por aquello de "es de la familia", y esos otros que te traigan buenos recuerdos.
Lo demás, se siente, pero va directo al reciclaje.
8. Esas fiambreras que sospechosamente perdieron su tapa
En un misterio. Compras un montón de fiambreras de todos los tamaños (ay que graciosa, tan pequeña, para meter ¿media longaniza?) y después o no las usas nunca, o perdieron su tapa, o dejan de cerrar como deberían.
En fin, no vamos a tirar todas las fiambreras a la basura, pero ¿Cuántas usas en realidad? 3-4. Elige las que de verdad usas, las que te hacen papel, y retira, dona, todas las demás. Ocupan un espacio precioso y a cambio, nunca las usarás.
9. Montañas de papel
Otra de esas cosas que nos cuesta mucho eliminar de nuestra vida. Tenemos tickets en los bolsillos, monederos, cajones, archivadores. Vamos a ver. Una cosa es guardar los papeles importantes (por aquello de que un día nos llame Montoro, y tengamos que ajustar cuentas) y otro bien distinto guardar hasta el ticket de cuando estrenaron Titanic.
En fin, si te aporta algún recuerdo, o es importante para ti, adelante, guarda. Pero sino, tiene un lugar estupendo donde ir que se llama contenedor azul.
10. Comida sin identificar del congelador
Esto ya sin bromas ni chistes. Es peligroso, insano y tremendamente absurdo guardar y guardar comida en el congelador. Hazte el enorme favor de repasar los cajones y tirar toda esa comida que lleva meses almacenada o que ni si quiera sabes qué es.
Cuando hacemos la compra, el papel de aluminio es nuestro gran aliado. Hacemos paquetitos de esto, de lo otro, y lo guardamos en el congelador para un futuro inmediato. Ese es el plan... pero ¿Ya sabéis lo que pasa en realidad verdad?
Lo dicho. Mejor una compra más responsable, bien pensada y sobretodo etiquetada con su fecha, para que no tengamos problemas. Es un dos por uno, ganas en espacio y en salud.
Ya ves, 10 cosas que se me han ocurrido así en un visto y no visto, y que en mi casa mismo se acumulan. Habrá que hacer los deberes de verdad.
¿Qué me he dejado? ¿Qué cosas tienes en casa y no necesitas?
Te espero en los comentarios.
*Fotografías Unsplash
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