El contraste entre sus zonas es lo que conquista; sus rincones diferentes y con personalidad marcada entre las estancias más minimalistas resaltadas en blanco.
Mis partes preferidas son los baños (algo habitual en mí) y las zonas de trabajo (algo no tan habitual, pero ya me contáis cuando les echéis un ojo). Aunque la mejor parte la he dejado para las imágenes finales, y es que no encontraréis muchas viviendas con una puerta de granero en la entrada que esconde un armario donde guardar tanto abrigos como bicicletas… Aunque la terraza tampoco es para pasarla por alto!
Vía Desire to Inspire
¿Qué zonas os gustan más, las minimalistas o las divertidas?
¿Os gustan las sorpresas de esta casa reformada?