Sencilla y armoniosa, esta cocina nórdica en blanco y gris podría resultar insípida, pero la introducción de algunos objetos en colores pasteles crea una atmósfera delicada y llena de encanto.Sin tener grandes proporciones, se ha ubicado la zona de trabajo en la parte más ancha para no obstaculizar el paso hacia el balcón, dejando un rincón para el office. El suelo en damero crea una continuación en los revestimientos de la cocina. Me gusta especialmente la original idea de las baldas utilizadas como librería y la sensación de espacio desahogado.
Publicado con permiso de Alvhem