Una gama cromática en gris, blanco y madera, con arreglos específicos escandinavos, que se avivan con detalles en verde en los muebles, las plantas que tienen su lugar en todas las habitaciones, y el fondo de pared del dormitorio con motivos vegetales. Un ejemplo perfecto de cómo se puede hacer del color dinámico y la unidad cromática, los protagonistas de un interiorismo.
Las ventanas de doble acristalamiento, invitan al paso de una abundante luz natural. La zona de estar, en aire nórdico, nos adentra a través de una puerta doble al dormitorio principal donde destaca la pared a modo de cabecero con papel pintado con motivos vegetales. Un interior acogedor, lleno de calidez y confort, donde destaca el estilo natural con el uso de la madera, las plantas y los textiles confortables.
Piezas escandinavas y con aire retro que conforman una decoración en miscelánea perfecta. Con aire femenino y singular, las paredes se pintan en un tono topo y gris, acentuando la luminosidad de los espacios en contraste. El baño en blanco y negro y con un solado de damero, y azulejos en subway tiles, rematan un apartamento de 97 m² lleno de personalidad y detalles.
¿Os gusta esta vivienda? ¿Qué os parece la cocina en tono rústico?
¡Feliz día a todos!
Vía [ ] Entrance