Por supuesto no es una casa cualquiera, data de 1890 y tiene todo el encanto del estilo francés de la época. Techos altísimos, suelos hidráulicos, molduras y cornisas antiguas, chimeneas de mármol… y una escalera de hierro que quita el hipo.
Los actuales propietarios se trasladaron a Burdeos desde un pequeño apartamento en París, lo que supuso un gran cambio a todos los niveles. Reformaron por completo la vivienda, preservando todos los detalles originales y adaptándola a su nueva vida familiar.
El proyecto de reestructuración lo llevo a cabo Ninou Etienne, arquitecta e interiorista de FusiónD. A nivel decorativo, Ninou ha sabido combinar muy bien los elementos tradicionales con una decoración de estilo ecléctico. Podemos ver como se ha inspirado en los tonos de las baldosas hidráulicas del hall para crear una gama de colores pastel que inundan toda las estancias.
El gris antracita da carácter a la escalera y tiene continuidad en las paredes del salón y comedor. El azul turquesa aporta frescura a la zona de entrada y a la cocina. Y por último el toque luminoso del amarillo, que se refleja en el papel pintado de la habitación de las niñas. En el dormitorio de la pareja ha optado por tonos neutros, dándole el protagonismo a la impresionante chimenea de mármol.
En definitiva, toda una lección de buen interiorismo, con muchas ideas de combinación de colores donde inspirarse ¿no creéis?
Vía: FusiónD
¿Qué os ha parecido esta maravillosa casa en Burdeos?
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