La combinación blanco y negro suele ser ganadora y es una base que a mí me gusta muchísimo. El toque de alegría y vitalidad lo aportan esas fantásticas lámparas amarillas de la cocina y la alfombra del mismo color del salón, que se convierten en protagonistas del espacio.
El resultado de la reforma consigue dar una sensación acogedora y elegante a la vez que aporta vitalidad con los toques de color. A mí me convence, a vosotros?
Y así era antes…
Vía A Stylists Life
¿Qué os parece esta reforma?
¿Os gusta la combinación de blanco, negro y amarillo?
Este artículo es original del blog Decorar Mi Casa