Reformar una vivienda puede convertirse en una auténtica pesadilla para los propietarios. Las obras son largas y tediosas, implican ruido, suciedad, molestias, y tener a un equipo de personas trabajando, entrando y saliendo de la casa durante varios días. Sin embargo, actualmente existe la opción de realizar una reforma en seco, una posibilidad que cada vez gana más adeptos. Esto se debe a todas las ventajas de una obra seca para reformar la casa.
Qué es una construcción en seco
Como su nombre indica, una construcción o reforma en seco es aquella que no utiliza elementos húmedos en el proceso, como cementos o masillas. Los materiales y elementos utilizados se clavan, pegan o encajan, eliminando así la parte más molesta de una reforma en la vivienda. Otra de las características es que no requiere quitar los elementos previos, como suelos o azulejos, colocándose los nuevos sobre la superficie existente.
Ventajas de una reforma seca
Son muchas las ventajas que ofrecen las reformas secas en comparación con los tipos de reforma que se conocen tradicionalmente:
Menores tiempos de espera. Como no se utilizan elementos húmedos, no hay que esperar a que nada se seque. Es mucho más rápida y se elimina la molesta humedad, cosa que también es muy beneficiosa para los inquilinos.
Fácil y limpia. El hecho de que no haya que retirar previamente los materiales de la vivienda, implica una limpieza mucho mayor. Se evita el polvo y se facilita enormemente el trabajo, cosa que también influye directamente en el tiempo que dure la reforma.
Ahorro de mano de obra. Los elementos y materiales que se fabrican para obras secas son mucho más fáciles de colocar que los habituales, por lo que se necesitan menos personas para su manipulación y colocación.
Mejores condiciones para los propietarios. En este tipo de reforma, los propietarios podrán convivir sin problema con los operarios, ya que apenas tendrán molestias de polvo, ruido, etc.
Apta para cualquier espacio. Una reforma seca puede llevarse a cabo en cualquier espacio de la casa, cocinas y baños incluidos. Con este método se pueden renovar suelos, paredes, y tabiques.
Ahorro económico. Las necesidades de material, productos de limpieza, personal, etc., son mucho menores que en las reformas convencionales, reduciendo así el coste de forma exponencial.
Resultados garantizados. Los resultados de una obra seca pueden ser los mismos que en una obra clásica, siempre que sea realizada por un profesional con los conocimientos necesarios para la correcta aplicación de los elementos.
Variedad de materiales. Cada vez son más los materiales que se pueden utilizar para la construcción en seco. Algunas tan conocidas y habituales como las placas de yeso o pladur, y otras menos convencionales, como paneles metálicos, madera, recubrimientos de vinilo, tarima flotante, etc.
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Este artículo es un contenido original del blog de VipReformas.es