Su concepto es muy sencillo, tres contendores apilados e intervenidos con gran habilidad y destreza, con los que se crea la estructura de acero, y con los que se consiguen las dos alturas de la vivienda.
La casa fue diseñada con un concepto ecológico y sostenible, de modo que pudiese producir más energía de la que consumiese. Su coste y tiempo de construcción, además, son inferiores a los de una construcción convencional. Este tipo de construcciones también tiene otra gran ventaja, permiten ser desmontadas al final de su vida útil para su posterior reciclaje o reubicación.
Además de su estructura reciclada, tiene una cubierta inclinada para facilitar la evacuación del agua de lluvia a un sistema de recogida para su posterior utilización, placas solares, cubierta verde, claraboyas y pavimento permeable. Su fachada está revestida de bambú sostenible.
Cuenta con 180m2, y su interior es limpio, con un acabado moderno, donde predomina el blanco combinado con algunos toques de color que le aportan los distintos elementos. En la planta baja encontramos la sala de estar, el comedor, la cocina, el baño y dos dormitorios, y en la primera planta, dos dormitorios más y una zona de juegos.
El reciclaje es hoy en día un tema muy importante, y podemos ver que en arquitectura también es posible construir espacios de vida de forma creativa, utilizando materiales ecológicos y reciclados. Esta casa es sin duda un gran ejemplo de arquitectura sostenible.
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