Clara, bella y perfumada, era una tarde serena, de esas tardes en que el cielo todas sus galas ostenta, en que la brisa y la flor nos hablan con voz secreta, en que las bellas inspiran, en que medita el poeta, en que el infame se esconde, en que el pueblo se recrea.
Bartolomé Mitre
Sólo una ventana. Sólo una cortina. Sólo un poco de brisa para despeinar nuestra sonrisa. Es un momento cualquiera en cualquier momento. Es justo ese suspiro de aire imposible de imitar. Que nos acaricia, que viene y se va. No lo intentes, no se quedará. Querrá que juguemos, querrá que le sigamos la pista, que nos olvidamos de todo, hasta de la prisa. Siempre improvisa, para que no sepas que hacer, para que sólo quieras ser.
¡Feliz martes!