Aquí hay tres ejemplos, cada uno de un color diferente y pensado para una mesa distinta. Por ejemplo, los centros dorados van de lujo con mantelerías de color morado, dado que esta combinación da una imagen puramente navideña. Además, este tipo de adorno es muy fácil de hacer, pudiendo poner en él castañas, piñas, unas cuantas velas doradas y unas ramas de abeto.
Sin embargo, si optas por un centro de mesa rojo, con flores de pascua, velas y bolas del color de la pasión, es mejor que lo utilices con mantelerías poco llamativas, como las blancas, beige o con colores muy suaves, dado que el centro ya llamará la atención por sí mismo.
Por último, podemos colocar un centro de mesa blanco, con velas y lazos inmaculados y una guirnalda de imitación a abeto. Este centro de mesa es el más polivalente, dado que queda bien con todas las mantelerías al tratarse de un color neutro, aunque como mejor sienta es con tonos que sean fuertes, ya que eso ayudará a resaltar nuestro centro.
Y vosotras, ¿con cuál os quedáis?