El sudoku tuvo la culpa...

A ambas nos gusta usar luces indirectas, no lo podemos remediar. Nos parece que proporcionan un ambiente acogedor que no dan las lámparas de techo. Una de nosotras tenía una zona en el salón en la que suele leer o hacer sudokus (su gran pasión), y si bien por el día la luz del sol es incluso excesiva en esa zona, de noche se hacía imprescindible un foco que facilitara tal menester. Y a Leroy que nos fuimos a buscar lo necesario para conseguir nuestro objetivo.



Cable rosa (nos enamoró el color), casquillo blanco con interruptor, enchufe y una bombilla Led y... ¡manos a la obra!


Perico, como siempre, atentísimo a la elaboración de nuestra "obra de ingeniería"; pone muchísimo interés en aprender, pero sus patitas no están hechas para las manualidades. Eso sí, nos da mucha paz y ayuda a que no nos sulfuremos si las cosas no nos salen a la primera...



... como, efectivamente, fue el caso. El cordón nos quedó demasiado largo, pero ya habíamos hecho la instalación en ambos extremos y tuvimos que buscar una solución. Un nudo de soga nos hizo el apaño.



Hemos cambiado de lugar el artilugio que encontramos en la basura y que, en su día, os enseñamos en otro post (¡estamos todo el día inventando y moviendo cosas!).



Ya aprovechamos para colgar un hermosísimo cuadro de nenúfares realizado al oleo por nuestra buena amiga y clienta Charo, artista ella en todos los sentidos.



La suerte de esta lámpara es que el enchufe que hay en la parte superior de la pared, junto al split del aire acondicionado, le viene al pelo para lo que queríamos. El resultado esperamos que os guste.







Como también esperamos guste a las participantes del Finde Frugal de hoy. Vamos a visitar el blog de Marcela Cavaglieri. ¿Venís?



¡Feliz fin de semana!