Habitaciones compartidas. Decorar y convivir

La convivencia entre hermanos en ocasiones conlleva ciertos roces, sobre todo en relación a las pertenencias personales. Si los niños tienen que compartir dormitorio, será inevitable alguna riña que otra debido a la utilización del espacio o el uso de los juguetes.Hay que procurar buscar actividades en las que los niños desarrollen el sentimiento de permanencia y de unidad en su habitación. Actividades conjuntas que impliquen a todos por igual y que a la vez sean un incentivo para la colaboración y el juego.



Por ejemplo, la organización de una pequeña biblioteca con expositores donde los libros de cuentos se cambien una vez a la semana teniendo en cuenta sus colores o temáticas es un buen ejemplo de colaboración.

Clasificar los libros con sus teselas, como si fuese una biblioteca de verdad, realizar una lista de los libros y exponerlos de forma variada, contribuye a decorar la habitación infantil y a unirlos en una causa lúdica y común.