Si tenéis ocasión, lo mejor es disponer de una base neutra, lo que nos permitirá añadir color y redecorar desde cero.
Cabecero pintado con colores brillantes y ropa de cama a juego, mejor si los motivos son geométricos o llevan patrones simétricos.
Láminas artísticas o cuadros vibrantes que aporten al conjunto personalidad y fuerza.
Tampoco es necesario que colguéis una gran obra de arte; cuadros caprichosos y coloristas o pinturas realizadas por los propios niños a gran escala y convenientemente enmarcadas servirán para colocarlas sobre el cabecero, con la ventaja añadida de que se pueden cambiar conforme el niño crece.
Renovando las estanterías. Forrar las estanterías mediante papel adhesivo es una buena y barata solución. Hay diseños realmente bonitos. Otra opción es pintar los frontales de los cajones de la cómoda o el escritorio de colores combinados para actualizar el estilo principal de la habitación.
Home Office de estilo Shabby Chic de Alison Kandler Interior Design, Decoradores, Santa Monica
Accesorios divertidos. Elegir siempre los accesorios que, además de funcionales, resulten divertidos. Generalmente serán los elementos que generen a la larga menos gasto y mayor atractivo visual.
Algunas ideas:
Alfombras con originales diseños
Tapices o telas vistosos en alguna de las paredes
Cojines con forma de animales
Interruptores de la luz decorados
Cambiar los pomos de armarios y cajones
Plaids y mantas ayudan a completar el esquema de color
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Cómo decorar con la rueda de color
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