En esta fotografía, nos presentan un salón sencillo, que no simple. Se trata de una decoración que carece de estridencias pero sin dejar que se convierta en una estancia sosa. El espejo del fondo nos permite ver los dos cuadros que se han colocado en las paredes de un blanco impoluto. Por otro lado, la ubicación de cada elemento, está pensada de tal manera que crea una armonía asimétrica, lo que le proporciona originalidad y compensación.
Esta otra habitación se presenta del mismo modo que la anterior, creando un contraste de colores claros y oscuros y con una perfecta disposición de los muebles que rellenan el espacio en su justa medida.
En esta imagen vemos la cocina con una pequeña terraza y la habitación. Ambas presentan diferentes ambientes ya que la cocina está iluminada por luz natural y, además, se aprecia la tonalidad blanca que denota limpieza, algo muy importante en las cocinas. Por otra parte, la habitación transmite una sensación de tranquilidad muy necesaria en el estilo de vida que llevamos hoy en día. Únicamente, vemos revestida de libros una sola pared, dejando que el resto en blanco para equilibrar la habitación.
El pasillo igualmente de blanco dando un aspecto de serenidad a toda la casa. Las puertas de madera, y también blancas, evitan una monotonía.
Esta perspectiva el salón, hace que nos fijemos en la gran iluminación que recibe y lo importante que es eso combinado con el blanco dado que aparenta ser más grande de lo que realmente es. La nota de color la aportan, sin duda, los muebles.
¿Qué te parece? ¿Te gustaría tener una casa así?