1 El primero de todos es, quizás uno de los más efectivos y, a la vez, más obvios, y es echar mano de la tecnología wireless, es decir, aprovecharnos de las nuevas generaciones de aparatos electrónicos wireless que eliminan las conexiones por cable y que se pueden conectar entre sí vía wifi o bluetooth. Así, a la hora de adquirir este tipo de aparatos, debemos fijarnos bien, pues hay sistemas de conexión que están limitados a los aparatos del mismo fabricante o a un mismo sistema operativo.
2 Atendiendo al ámbito decorativo y creativo, podemos optar por diferentes soluciones. Por ejemplo, podemos reutilizar una caja, que perforaremos en los laterales para la salida de cada cable, de modo que la mayoría del cable quedará oculto. También hemos visto soluciones que emplean rollos de papel reutilizados y decorados para enrollar los cables, y cuyo resultado es de lo más práctico.
3 Con ayuda de tachuelas podemos ir ajustando el cable a la pared, para conseguir disimulándolo. Y, si nos atrevemos con algo más creativo, podemos incluso crear formas con el propio cable.
4 También podemos adquirir una rejilla como las que se usan para platos o especieros, y ponerla debajo del escritorio para sujetar los cables.
5 Siempre podemos recurrir a las soluciones más clásicas, como las canaletas, que te permiten pegar los cables a la pared y llevarlos hasta el enchufe de forma recta, aunque estéticamente no es de lo más acertado.
6 En busca de algo más decorativo podemos crear unos paneles para poner detrás del televisor o de la mesa de trabajo, y ocultar tras ellos los cables.
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Fuentes:Imaginario.es | Me lo dijo Lola | Decorar Hogar