¡Instagram manda! Interiores verdes, selvas tropicales y lianas a lo Tarzán son el último dictado de la red ¿Maximalismo vegetal? Parece que sí. Y llega para una buena temporada —busca bajo el hashtag #urbanjungle— por lo que será mejor que empieces por adoptar algunas plantas colgantes.
Para adherirte a esta corriente debes estar dispuesto a introducir dosis indecentes de verde en tu hogar. Y me temo que no podrás llegar al indecente si no incluyes plantas colgantes (o trepadoras) en la ecuación.
Estas plantas son una de las tendencias más pujantes de los últimos años, con sus maceteros de macramé demodé y su nostálgico look setentero invadiendo todas las estancias. Los bohofans no pueden retorcerse más de gusto sabiendo que tanto cestito colgando ha conquistado el corazón de las masas. ¡Si hasta los nordicfans han adoptado la tendencia como propia!
Pero, ¿qué pasa con los que no queremos estar con un machete abriéndonos paso en casa por culpa de tanta liana suelta? ¿Y con los que nos sentimos verdaderos plantkillers? —conste que yo ya empiezo a salir de este grupito gracias al consejo TOP de “no sobrerregar”—. Claro, que tampoco queremos quedarnos al margen de ese pensamiento ecoverde que tanto beneficio aporta a nuestra salud y a nuestra cuenta corriente (nada más barato que las plantas para decorar). ¿La solución? Vayamos planta a planta. Primero una, luego otra y así … educando el ojo, ¿quién sabe? lideras el urbanjungle.
Hoy, en decoralinks, te presentamos 7 plantas colgantes a prueba de urbanitas y 10 looks inspiradores aptos para las mentes más minimalistas. Apreciarás el verde, ya te digo que sí —¡ojo! tus mascotas puede que no tanto, por lo que investiga bien cada variedad si tienes pets (o niños) en casa—.
Cintas y helechos
Aunque el helecho no es necesariamente una planta colgante, queda espléndido balanceándose en el aire solo o agrupado. Tanto él como las cintas se conforman con cualquier iluminación, aunque sueñan con vivir al lado de una ventana (eso sí, sin sol) Adoran la humedad, por lo que gustosamente se decantan por baños y cocinas. Pero eso no significa que los encharques, solo que los riegues o pulverices con frecuencia.
Filodendros y potos
El poto es la planta para dummies por excelencia. Aguanta lo que no está escrito. Tengo un ejemplar de mi época de estudiante (y ya ha llovido) en una maceta ridícula, sin drenaje y con apenas tierra, y sigue tan precioso como el primer día. No sé si me adora o es que simplemente lo riego cuando me acuerdo —sueno terrible ¿verdad?—. Pero es que además al poto le da igual Juana que su hermana: luz indirecta o artificial, en tierra o en agua, como te decía … una superviviente nata.
Habitualmente se suele confundir con el filodendro por la forma de sus hojas, aunque las del primero son variegadas. El filodendro también es una planta muy resistente y se siente cómodo en habitaciones con escasa iluminación.
Hiedras
Otra top que te hará sonreír, pues no es nada exigente. En el interior funcionan bien las variedades Helix y Canariensis, de hoja pequeña, verdes o variegadas. Dales suficiente luz y riego y te devolverán una preciosa cascada de hojas que siempre puedes podar para que el follaje sea más denso.
Rosarios y rhipsalis
Estas plantas son la sensación de Instagram. Son suculentas y poco exigentes. Solo debes colocarlas en un espacio iluminado (aunque sin sol) para que no pierdan su atrayente color verde. El rosario requiere un ambiente seco y poco riego, como cabría esperar de una suculenta. Sin embargo, el rhipsalis prefiere un ambiente húmedo pues procede (algo bastante raro) de regiones tropicales. Aún así, te dejará irte tranquilamente de vacaciones pues solo le gusta el agua cuando la tierra está seca.
¿Experto?
Si ya has pasado el primer nivel, atrévete con estas con variedades menos conocidas. Seguro que a estas alturas ya has notado que las plantas colgantes son adictivas. Te lo digo yo, que todavía no he puesto ninguna en casa y solo escribiendo este artículo ya las deseo todas