Menuda obsesión tenemos con los armarios. Los necesitamos a cientos. Claro, que como dijo mi adorado Brad Pitt en Fight Club, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos — ¡y para colmo, después toca almacenarla!—. Razón no le falta cuando pienso en mi trineo de plástico rojo. Toda la parte superior de un armario destinada a guardar un trasto que uso máximo una vez al año. Y es que no todos los años toca nevada.
Pero como sé que todos vosotros tenéis vuestro propio trasto-de-plástico-rojo, hoy comparto varias propuestas de almacenaje, todas diferentes del típico armario empotrado o de la socorrida galería.
Así que ¡anda, bobín! olvídate de Konmari y da rienda suelta a tu Diógenes.
01| me tenías desde que me dijiste hola
Lo más difícil es tener todo a la vista y que aún así quede estético. Por eso, esta composición, con su sencillo hola, se ha ganado mi corazón. Ropa bien colgadita de una simple cadena, llaves luciendo palmito en lo que parece una barra de utensilios de cocina, un cesto que debe ser para complementos (porque, sinceramente, no sé que pinta ahí una manta ¿?) ¡Si hasta aprovecha el pomo del radiador para tener el bolso a mano!. De diez —y encima, casi gratis—.
02 | aquí me tienes mirándote, chica
Y no es que quiera convencerte de que el mejor almacenaje es que el queda a la vista. Pero, excepciones hay. Así que si no dispones de galería donde dejar las bicis, y desde luego, el portal te puede reportar problemas, lúcelas como si fueran una escultura. Supongo que como mucho estarás obligado a elegir un modelo mono y a tenerla siempre pulidita (al menos las ruedas, digo yo).
03 | elemental, querido Watson
Y es que, si no cabe de una forma, habrá que buscar otra ¿o no?. Por eso, no llores si no dispones de una pared bien larga donde colocar tu armario. Solo hay que ver las cosas desde otro ángulo, como se ha hecho con esta estructura que envuelve la cama y la ventana. Una solución a la medida de tus necesidades. Y lo de a medida no va con segundas. Es literal, ya que una estructura así solo puede hacerse adhoc para tu espacio.
04 | mamá, estoy en la cima del mundo
Ikea nos ha enseñado que encima de cada puerta siempre hay una gran balda. Cierto. Aunque en este caso concreto, no solo se trata de almacenaje. Tal y como yo lo veo, se trata de suavizar una viga que queda encima de los cabeceros. Un problema grave —lo dice el Feng Shui— si buscas un buen descanso. ¿La solución? Rebajar el techo en la zona que cubre las camas y de paso aprovecharlo, muy inteligentemente, para almacenar diversos trastos que los adolescentes ya no usan, pero que sus amantes progenitores se niegan a tirar.
05 | el mejor amigo de un chico es su madre
Aunque puede que la cosa esté cambiando y ahora sean sus complementos. Por eso, los hombres prácticos usan las puertas de los armarios para algo más que abrirlos y cerrarlos. Unas baldas con frontales altos son perfectas para almacenar sus decenas de pañuelos, sus cientos de cinturones y sus miles de gafas de sol. Si además, en la puerta de al lado instalan en su cara interna un espejo, saldrán tan niquelados que te dejarán a la altura del betún. Ahí lo dejo.
06 | teléfono… mi casa…
Todo esto y más podrás almacenar debajo de un escalón. Personalmente me encanta esta idea de Ikea, porque no solo te facilita una cómoda salida al exterior y un amplio almacenaje. Además, podrás usarlo como banco de yoga, como expositor de plantas, para ver caer la lluvia o … ¡qué narices! para todo aquello que tu linda cabecita imagine.
07 | por favor, Hal, abre las puertas
… y admira toooodo lo que cabe aquí. Sí, las tendencias dictan que queremos eliminar paredes y dejarlo todo diáfano. Pero no siempre es la mejor solución. En apartamentos pequeños a veces merece la pena concentrar la zona de vestidor y almacenaje extra en zonas de paso y liberar otras zonas más nobles de estos menesteres. Eso es precisamente lo que ha hecho el estudio de Colombo and Serboli Architecture al construir esta estructura en la entrada al salón. Para cerrar espacios y abrir bocas.
Y aunque “se está mejor en casa que en ningún sitio”, trabajando con tesón, resulta que “nadie es perfecto” y “hasta aquí hemos llegado”. Pero “volveré” —en septiembreee—. Mientras tanto, “siempre nos quedará París”
“¡Que la fuerza te acompañe!”
NOTA: Si eres cinéfilo, habrás notado que tanto los títulos como las frases de mi despedida están dentro del ranking de las 100 mejores frases de película. ¿Has averiguado cuáles? Pues ya tienes entretenimiento para unos días.
O sucumbe, y mira los títulos abajo (según orden de aparición).
1-Jerry Mcguirre, 2-Casablanca, 3-Sherlock Holmes, 4-Mercury Rising, 5-Psycho, 6-ET, 7-A Space Odyssey, 8-The Wizard of Oz, 9-Some Like it Hot 10-Mommie Dearest, 11-Terminator, 12-Casablanca, 13-Star Wars