La vetustez de un mueble, de un cuadro o de una lámpara promete cierta revalorización... pero también imprime carácter a una vivienda. Las antigüedades están pasando de contribuir a la riqueza de los museos y colecciones privadas a presentarse como un objeto que puede combinar a la perfección dentro de cualquier casa modesta.
Del arte comprado por aficionados bien asesorados y de los peligros de la moda, hablamos con Antonio Serrano, un anticuario que, desde la presidencia de una moderna Asociación de Anticuarios de Madrid, coordina y agrupa las diferentes actividades relativas a este antiguo oficio.
ASESORAMIENTO EFICAZ
Sin embargo, muchos compran equivocadamente. A este respecto, Antonio Serrano expuso una serie de matizaciones esenciales: "se necesita muy buen asesoramiento técnico, una costumbre que se está extendiendo ahora en España, ya que en el extranjero es extrañísimo que un empresario compre una antigüedad por su propio pie".
BAJO EL DICTAMEN DE LA ECONOMÍA
De igual forma que la economía dicta las reglas en cualquier operación de compra-venta, el negocio de las antigüedades no permanece ajeno a las fluctuaciones del mercado. "Actualmente tenemos expectativas bastante esperanzadoras; habiendo pasado momentos bastante difíciles", comentó Serrano.
BUSCANDO LAS OPORTUNIDADES
Las piezas seleccionadas por los anticuarios se consiguen en varios frentes. "Un buen recurso son las testamentarias, los coleccionistas que quieren renovarse, las subastas o los museos extranjeros que venden obras, etc.".
COMPRAR CALIDAD
Para evitar compras erróneas, el asesoramiento es fundamental: "hay que tener cuidado con las modas, comprar calidad internacional y pedir consejo. La gente cree que les vamos a engañar, pero es imposible porque nuestro nombre está en juego", sentenció el Presidente de la Asociación de Anticuarios de Madrid.
CRÍTICAS AL INTRUSISMO
Pero no todo son expertos; el intrusismo ha perjudicado seriamente a la profesión: "han hecho mucho daño porque de conocimientos técnicos están muy escasos. En España, a diferencia de otros países com Inglaterra, no se hacen exámenes de aptitud".
CUIDADO CON LAS MODAS
Aquellos que ven en el arte un capricho decorativo con personalidad, caen a menudo en el engaño de un asesoramiento fortuito, fruto de un amigo o de un amateur.
EL ANTICUARIO HOY
Hasta hace poco, en nuestro país se llegaba a la profesión de anticuario por la mímesis de lo heredado. "En los últimos 25 años ha habido un gran boom, aunque seguimos por detrás de muchos países. Hubo gente que empezó coleccionando y se convirtieron en anticuarios. Por ejemplo, el 50% de las tiendas madrileñas pertenecen a compradores de arte".
EL COLECCIONISTA DE ARTE
Otra bolsa de compradores estaría representada por los coleccionistas, personas que entienden bastante pero que hacen pocas compras porque su demanda está acotada. "Un coleccionista de relojes del siglo XVIII sabe más de este tema que el propio anticuario", añadió Serrano con el fin de puntualizar acerca de este comprador: "saben lo que buscan, distinguen perfectamente las restauraciones, conocen los precios de mercado y usan Internet".
MOZART VS. LA CANCIÓN DEL VERANO
El anticuario nos lanzó una metáfora muy ilustrativa para entender esta bella actividad: "la revalorización de las antigüedades yo siempre la comparo con un hit parade: la música de Mozart se vende todos los días mientras que un tema de ahora venderá muchos discos pero en un periodo muy corto".
¿OFERTA GENERALISTA O ESPECIALIZADA?
En cuanto a la tendencia actual de enfocar el negocio hacia la especialización, Antonio Serrano se mostró partidario de no dar de lado al anticuario generalista: "la especialización ha aumentado en los últimos 15 años pero debe existir la oferta generalista. Vivir solamente de la cerámica es imposible".
PASIÓN PROFESIONAL
Resulta curioso que muchos de los que comenzaron en el mundo del arte antiguo por casualidad, hayan continuado formándose. En palabras del dueño de Antigüedades Serrano: "algunos de los integrantes de este grupo, pasan con el tiempo a ser coleccionistas".
REVALORIZACIÓN DIARIA
El arte antiguo se vende y se revaloriza todos los días; no con grandes plusvalías, pero sí repunta bastante cuando se trata de artículos puntuales o cuando estalla el interés debido al auge de alguna moda. Según el experto, "la revalorización media que pueden tener las antigüedades está entre un 8% y un 15% anual, pero todo es relativo. También hay cosas que suben hasta el 40% y cosas que no se mueven. Las modas siempre vuelven".
SENSIBILIDAD ARTÍSTICA
El último grupo tendría como protagonista a aquel que compra antigüedades porque son bellas. El especialista admitió que entre este actor y la antigüedad hay una comunión especial en la que tiene que ver la sensibilidad y una pequeña preparación artística basada en la visita a museos, exposiciones o ferias.
SÓLO LOS BUENOS PERMANECEN
Esta es la máxima que pronuncia Serrano: "por ley, un artículo alcanza el título de antigüedad una vez pasados 100 años, pero se admiten objetos que pertenezcan a tendencias y movimientos que en su día fueron vanguardia y aportaron algo al mundo del arte con un mínimo de calidad como, por ejemplo, el Art Decó o el Art Nouveau".
UN RINCÓN NOSTÁLGICO
En una tienda de antigüedades como esta, nuestra imaginación puede volar desde los Chest on chest ingleses hasta los óleos más singulares. Desde este mágico rincón en la calle Jorge Juan, Antonio Serrano dirige un negocio donde el arte le da la mano al recuerdo.
UNA INVERSIÓN SEGURA
El perfil del comprador de arte antiguo se antoja popularmente como el profesional de alto poder adquisitivo que concibe el arte como una inversión segura. El experto definió al grupo de inversores: "son gente muy especializada, muy bien asesorada y que confían mucho en el anticuario. Suelen ser empresarios de entre 40 y 60 años, de amplia cultura, muy solventes y los más agresivos en la compra".
Imágenes: Daniel Mateos