Para decorar y realzar espacios pequeños, como una habitación infantil, no siempre es necesario recurrir a trucos de mobiliario. En ocasiones basta con realzar un elemento de construcción para conseguir un efecto visual de amplitud en toda regla.
Es el caso de las ventanas. Por lo general nuestra mirada siempre se dirige más allá del primer plano y tiende a buscar elementos en la lejanía. Para conseguir este efecto de liberación espacial el truco consiste en dejar las ventanas desnudas.
Como compensación podéis realzar la carpintería o jugar con los colores de los marcos. Utilizad estores o persianas ligeras en tonos crudos que se se recojan hacia arriba durante el día.
Otra opción es la de instalar cortinas en tonos coincidentes con el color de las paredes para lograr la sensación de continuidad.
En cuanto a materiales y pinturas, aprovechad la amplitud visual que ofrecen las paredes blancas, ya que reflejan la luz y, siempre es posible repintarlas si vuestros niños tienen inclinaciones artísticas.