Es un color del que solemos rehuir por lo atrevido y llamativo que es, pero que utilizado con moderación y en pequeñas cantidades nos aporta vitalidad a cualquier espacio. Si bien es cierto que no lo escogería para pintar una habitación entera porque soy más de colores neutros, si que me parece interesante proporcionar un toque de amarillo a través de una pieza de mobiliario, de un objeto decorativo o resaltando una zona de la habitación, pintando una trozo de pared, una puerta o el marco de una ventana, por ejemplo.
El amarillo como color primario combina muy bien con los rojos y azules, con su complementario el morado y con casi toda la gama de colores fríos (verdes, grises y negros).
En decoración me gusta especialmente la paleta amarillo-azul oscuro-verde agua que combinada con el blanco, le resta fuerza y crea una composición muy equilibrada y luminosa, como podéis ver en alguna de estas imágenes.
Imágenes: Pinterest yellow.
Y aquí van mis 9 propuestas en amarillo, a cual más bonita.
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¿Y este otoño, le vais a dar una oportunidad al amarillo?
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