Este es el ANTES.
Los azulejos clásicos de los años 80 que teníamos casi todos en casa de nuestros padres y que a mi personalmente, me parecen los de la casa de la abuelita. Utilicé pintura blanca especial para azulejos para pintar todas las paredes y lo combiné con un papel de Toile de Jouy (así se llama a los estampados que representan escenas antiguas y que suele ser de un solo color) en color azul de Leroy Merlin. Para colocar el papel recurrí al manitas de casa en esos menesteres, mi marido.
Y tachaaaan, este es el DESPUÉS.
Los espejos con baldas son de Ikea y cuestan 8€ cada uno, las lamparitas las tenía guardadas de otra casa, así que reutilizadas.
También coloqué papel en la pared detrás del wc. Además con unas maderas de pino que tenía guardadas, corté dos baldas que teñí y barnicé. En Leroy Merlin conseguí las escuadras metálicas blancas.
Los botes son tiestitos de Ikea, que creo que existen en más colores.
Para hacer unos cuadros, utilicé unos trozos del papel pintado.
También cambiamos los accesorios del baño por un modelo económico de Ikea, pero actuales y prácticos.
Aproveché un colgador que hace tiempo compré en Zara Home y que no había utilizado nunca, para colgar las toallas de baño.
La verdad es que el cambio es importante, ahora da gusto entrar y sobre todo es más luminoso y alegre.
Así que si tenéis un baño en casa que necesite un cambio y no queréis gastar mucho dinero, animaros a hacer algo así. Os sentiréis genial, porque sobre todo, será mérito vuestro.
Besotes