caso práctico: incluir un comedor en el salón

La semana pasada hablábamos del concepto de casa lenta y enumerábamos los principios que rigen el diseño y decoración de una vivienda según el movimiento slow. Siguiendo con el mismo tema, hoy te presento, a modo de ejemplo, el análisis de un caso real, y lo hago centrándome en cómo se introdujo una pequeña zona de comedor en el salón y en la solución que se obtuvo ante la falta de comunicación entre éste y la cocina.

Te pongo en situación: estamos en un piso de aproximadamente 80 m² en el que el acceso al salón -de 20 m² y orientado al suroeste- se realiza mediante una doble puerta que lo separa del recibidor, en el que se encuentra, también, el acceso a la cocina. El extremo sur lo ocupa un ventanal que permite la entrada de una gran cantidad de luz -en especial por las tardes- y que da paso a una pequeña terraza. En la pared este está el paso al distribuidor que da acceso a los dormitorios y los baños. Para todo este espacio se contaba, tan sólo, con un único punto de luz artificial en el centro de la sala.

Hasta el momento de la reforma, toda la estancia se usaba como zona de estar. El mobiliario constaba de un sofá de tres plazas con chaise longe rodeado por tres mesitas auxiliares (dos pequeñas mesas nido delante de él a modo de mesa de centro y un velador a un lado), un mueble bajo para la televisión y una librería que ocupaba toda la pared norte.

rebedor-abans
recibidor: estado inicial

salo
salón: estado inicial

Las necesidades de los nuevos propietarios de la vivienda requerían algunos cambios para convertir esta estancia en un espacio multifuncional en el que no solo poder disfrutar de una sala de estar, sino también disponer de una zona de comedor.

Para conseguirlo se siguieron los siguientes pasos:

1. Zonificación y distribución

Como en cualquier proyecto de interiorismo, se empezó zonificando y distribuyendo el espacio existente o, lo que es lo mismo, decidiendo cuántos m² se destinaban a cada uso -estar o comedor- y en que zona se iban a situar.

Lo más interesante es ubicar la sala de estar al lado de una entrada de luz natural y el comedor lo más cerca posible de la cocina para facilitar el servicio de la mesa. Así es como se hizo en la casa que te muestro como ejemplo. Además, en este caso concreto, dos elementos estructurales reforzaban esta opción:

la presencia de un pilar en la pared oeste, que nos iba a ayudar a establecer una frontera visual entre el salón y el comedor;

la necesidad de bajar el techo en la zona de comedor para instalar los conductos de la climatización.

2. Solución de los problemas de circulación

Colocar el comedor en esta zona generaba, sin embargo, algunos problemas de circulación:

entre la cocina y el comedor: la doble puerta batiente del recibidor que, por medidas, solo podía abrir hacia el interior del salón, dificultaba el acceso a la mesa desde la cocina, ya que ésta quedaba escondida tras una de sus alas al abrirse. Se optó por eliminar tanto la puerta como el tabique que unía su embocadura con el techo y dejar un paso abierto. Con esta opción se consiguió, además, que la luz que entra por el ventanal del salón llegase, aunque difuminada, hasta el recibidor.  También se substituyó la puerta batiente de la cocina por una puerta corredera. Como sabes, las puertas correderas son ideales para espacios pequeños, ya que te permiten ganar una superficie útil hasta 1,5 m², a la vez que favorecen la continuidad visual del espacio. Pueden instalarse a la vista, es decir, mediante la colocación de una guía que permite que la puerta se deslice en paralelo a la pared; o bien empotradas entre dos tabiques. Ésta es la opción que se escogió en la casa que nos ocupa, ya que las correderas a la vista inutilizan la pared por la que tiene que deslizarse la puerta al abrirse.

 entre el comedor y el pasillo: la colocación de la mesa y las cuatro sillas de comedor obstaculizaban el paso desde el recibidor hacia las habitaciones. Para evitarlo, se renunció a colocar las sillas enfrentadas para poder acercar uno de los costados largos de la mesa hasta la pared y se distribuyeron las sillas entre los tres lados restantes. De esta forma, para su uso diario, se mantienen los cuatro asientos disponibles sin invadir el paso hacia el distribuidor.
zonificacion
esquema de zonificación y circulación

3. Selección del mobiliario

Como norma general, lo más adecuado es que la forma de la mesa del comedor sea la misma que la del espacio que ocupa. Así, dado que el área del que disponemos es rectangular, se escogió una mesa extensible de la misma forma (130-200 x 90 cm).

Como ves, el espacio es muy reducido, por lo que se escogieron unas sillas con el respaldo sin tapizar para que fuesen visualmente más ligeras. Además, aquellas que debían colocarse en los extremos cortos de la mesa se escogieron con brazos, tipo sillón.

El conjunto se completó con una alacena restaurada. Se trata de un mueble de unos 70 años de antigüedad que, dado su valor sentimental, los propietarios quisieron conservar, restaurar e integrar en su nuevo hogar. La restauración la llevó a cabo el equipo de restauradores de A La Babalà. ¡El resultado salta a la vista!

4. Iluminación

Aprovechando que, como ya te he explicado más arriba, era necesario bajar los techos para instalar los tubos de aire para la climatización, se colocaron diversos puntos de luz adicionales en el salón (focos empotrados) y en la nueva zona de comedor.  Aquí se instaló una lámpara colgante para iluminarla de manera independiente al resto de la estancia.

5. Acabados

Se optó por introducir variaciones en los acabados de paredes y mobiliario respecto al salón. Así, mientras allí se optó empapelar la pared en la que se ubicó el sofá -la única que resta visible tras colocar la gran librería que ocupa la pared opuesta- y mobiliario en blanco; en el comedor solo se pintó y se amuebló en madera de cerezo para crear un contraste entre ambas zonas. Sin embargo, se hizo un guiño al salón utilizando la misma tapicería estampada en pato de gallo beige en los asientos de las sillas que en el sillón del rinconcito de lectura.

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zona de recibidor y comedor después de la reforma

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zona de comedor (mesa, sillas y alacena restaurada) después de la reforma

Y bien, una vez realizados todos estos pasos solo falta vestir la mesa bien chula y… ¡a comer!

¡Ah! Si quieres ver el resto de espacios de esta casa, puedes hacerlo desde el apartado “proyectos” de la web.

¡Hasta el próximo jueves!

Fuente: este post proviene de Blog de margaridamunoz, donde puedes consultar el contenido original.
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Etiquetas: decoración

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