Tengas el color que tengas, no importa si eres creyente o no, si las fiestas más tradicionales del mundo te afectan: es tiempo de Navidad y punto pelota.
Ya que te las vas a comer con o sin patatas, intenta llevarlas como buenamente puedas. Es muy probable que tengas una gran familia con muchísimos componentes, de esas en que las fotos navideñas se visten todos los nietos con las rebequitas y calcetines a juego, por favor que los vestidos son de cuadros tartán y han superado la prueba de ortodoncia del primero al último. Suerte la tuya, enjoy.
Pero es muy probable que tu familia sea de las comunes, de las que los miembros tirando a pocos se desperdigan around the world y no nos viene nada bien reunirnos estos días en que para conseguir un billete del AVE o un vuelo low cost, has tenido que empeñar uno de tus preciados riñones.
También se puede dar el caso que las fiestas te traigan recuerdos de seres que este año y por primera vez no van a poder venir, anda y díselo a tus hijos.
Esa es la realidad que no viene en los catálogos junto a las cestas navideñas y los descuentos en los smartphones contra los cuentos aquí y te lo digo que de esos me se unos cuantos….
Si aun así eres optimista, si tienes más moral que el duende cojo de Papá Noel y resistencia de ánimo a prueba de grandes almacenes y aún eres de los que prepara sus propios regalos aquí, bienvenido al Club.
A pesar de todo, en casa esperaremos una noche que aun contiene algo de magia, hasta esa noche, cada día, celebraremos un adviento muy particular tomando un bombón de supermercado o un polvorón o una cucharada de nutella, eso sí con mucho Arte.
Por eso comparto contigo contigo mi calendario particular de adviento, frugal, sencillo pero divertido que lo flipas.
Con este post participo en el finde frugal de Marcela Cavaglieri aquí , si quieres unirte prepara algo lindo que no te cueste casi nada y que te haga sentir feliz.