Hace tiempo que quería darle un aire nuevo al rincón de mi salón que tiene
una pared de acento pintada en azul (por si no la recordáis aquí)
Buscaba aclarar un poco esta zona pero sin cambiar demasiado la gama
cromática ya que el azul es uno de mis colores preferidos y son muchos
los detalles decorativos que tengo en este color.
Pensé en volver a pintarla pero quería algo más que una pared lisa, buscaba
textura y un punto de sofisticación por lo que finalmente me decanté por
papel pintado.
Para inspirarme recopilé algunos de los objetos que tengo en el salón e hice
un moodboard de inspiración azull.
Moodboard es la palabra inglesa que se utiliza en diseño para dar nombre a
un tablero, muro o panel de inspiración. Resulta un instrumento ideal para
plasmar una idea o estado de ánimo por temática, colores, tendencias...
Evoca emociones y su composición permite ir definiendo aquello que nos
hace sentir bien, lo que nos gusta y cómo nos gusta.
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Tras componer mi moodboar azul comprobé que tenía varias opciones, todas
igualmente atractivas: diseño geométrico, floral, oriental o mineral.
Y es esta última la que acabé eligiendo. Las preciosas vetas de la piedra de
ágata o del mármol, las sinuosas y caprichosas formas del papel de agua,
me llevaron a elegir un diseño de estilo jaspeado.
Después de buscar en algunas tiendas y también online
me decidí por un diseño de Papeles de los 70, firma
alemana conocida por su calidad y gran variedad
de diseños.
Elegí el modelo Laurius en la variación de color azul pálido, gris,
violeta azulado, beige grisáceo y blanco.
Mantengo pues el azul de la pared pero mucho mas suave, el acento
ahora no será tanto el color como la textura.
¿Qué os parece?
Yo estoy encantada y deseando encontrar el momento para ponerlo y
mostraros el resultado.