Para solucionar el problema suele ser una buena idea colocar pastillas de jabón entre la ropa o unos saquitos aromatizados. Nosotras, que somos muy apañadas, hemos decidido hacer unos saquitos con olor a lavanda para que nuestra ropa huela estupendamente.
Estos son los materiales que hemos necesitado.
La tela que hemos escogido es de una antigua funda de almohada de Ikea. ¿No os parece preciosa?
Sobre el resto de materiales, si no tenéis tijeras de sastre (las que cortan en picos, vvvvv) tampoco pasa nada. Más que nada se utiliza para que la tela no se vaya deshilachando con el tiempo y también queda muy bonita la forma que deja.
La cinta adhesiva (que se suele vender para arreglar los bajos de los pantalones), y la plancha, son para que no tengáis que coser los saquitos. Es una forma sencilla y rápida de hacerlos. Si por el contrario, os apetece coserlos, ¡estupendo!
Como veis las semillas de lavanda seca las compramos en Tiger. Si no tenéis uno cerca me imagino que las venderán en herboristerías.
¡Y este es el resultado!
Se pueden hacer con forma de saquito o simplemente cuadrados, sellando con la plancha todos los bordes.
Es un proyecto fácil (sencillo y para toda la familia) de hacer. No hacen falta muchos materiales y los que hacen falta, son fáciles de encontrar. Nos merecemos un aprobado, ¿verdad?