Los muebles forman parte de nuestro hogar como parte funcional de la decoración. En ocasiones queremos modificar esta decoración con pequeños detalles, por lo que una gran idea consiste en pintar paredes o muebles para darles un toque totalmente innovador. El resultado puede ser totalmente diferente y es un cambio que todo el mundo puede hacer fácilmente.
Os vamos a dar pautas sobre cómo pintar muebles en tu hogar. Es algo sencillo pero debemos tener en cuenta algunos pequeños detalles. Desde la pintura elegida a cómo tratar los muebles para que queden estupendos. Hacerles un lavado de cara puede ser una estupenda idea para mejorar los espacios.
Elegir la pintura para el mueble
Hay pinturas que son especiales para muebles y en la actualidad se utilizan mucho las pinturas naturales que no son plásticas como las Chalk Paint. Estas últimas son muy populares y le dan cierto toque mate y vintage a los muebles. En cuanto al color es posible escoger entre los tonos de tendencia. Se lleva el blanco, desde un blanco grisáceo a otro con toques más cálidos. También los tonos suaves como el gris claro, el amarillo o el lila pueden ser buena elección. Para los muebles más pequeños se pueden usar tonos más intensos como el verde oscuro o el negro.
Prepara el mueble
Lo primero que se debe hacer con el mueble que vamos a pintar es lijarlo. Con esto conseguimos retirar los restos de barniz que pueda tener el mueble y también las irregularidades que han aparecido con el uso. Se debe lijar en el sentido de la veta. Este es uno de los pasos más aburridos y sin duda menos divertidos, pero si tenemos una lijadora eléctrica acabaremos mucho antes. Eso sí, levantaremos mucho polvo con este proceso, por lo que es recomendable estar en una habitación sin otras cosas o cubrir los muebles que pueda haber en la zona para no mancharlos.
Aplica una imprimación
Las imprimaciones se hacen con un producto especial para imprimar o sellar los muebles de madera. Esta capa es necesaria para que la superficie quede uniforme y el resultado final sea mucho mejor. Con esta imprimación la pintura tendrá un acabado mucho más profesional y además durará más tiempo sin romperse o desgastarse porque no estará aplicada directamente en el mueble sino sobre la capa selladora. Hay algunas de las pinturas actuales que ya llevan la imprimación por lo que es algo que debemos preguntar, porque puede que ya podamos aplicar ambos a la vez.
Pintar el mueble
Tanto para la imprimación como para pintar el mueble hay que prepararlo previamente. Debemos poner un plástico o telas en el suelo bajo el mueble para no manchar el suelo, especialmente si es de madera. En las baldosas la pintura con base al agua suele ser fácil de limpiar pero no ocurre así en los suelos de parquet. Además, si el mueble tiene cristales debemos utilizar cinta de carrocero para protegerlos y no pintarlos también. Los tiradores deben retirarse con anterioridad porque es otra cosa que podemos acabar pintando por encima por error. Con estos cuatro detalles ya tenemos el mueble preparado para pintar.
Ya es hora de pintar el mueble. Aplica poca pintura cada vez para evitar las gotas en caso que de utilices rodillo o brochas. En la actualidad hay muchas medidas de brochas y de rodillos para adaptarlos incluso a los muebles más pequeños. De este modo podremos utilizar la brocha en las esquinas más difíciles y el rodillo en todo lo demás para acabar más rápido. También es posible pintar con spray, algo que deja un acabado muy uniforme, aunque dominar esta técnica puede llevarnos un poco más de tiempo y debemos comprar una pistola de pintura y protegernos para no inhalarla. En general se deben dar dos manos de pintura para conseguir un buen acabado para el mueble.
Últimos detalles
Ya tenemos el mueble pintado y seco. Puede que nos hayan quedado gotas en alguna parte, para lo cual podemos usar una lija suave y un poco de pintura, aunque lo ideal es fijarse en estos fallos mientras estamos pintado para no tener que rectificar después.
Hay que volver a poner los tiradores. Si nos han aburrido los que tiene el mueble y deseamos seguir cambiando el aspecto de este podemos comprar unos tiradores nuevos, ya que hay muchos modelos en las superficies de bricolaje. Por otro lado, a la pintura se le puede dar algún acabado. Con una lija se le puede dar a la pintura un toque desgastado y vintage. También se pueden usar una cera en otro color con un decapado para darle un toque muy original al mueble en varios tonos.
Los cajones y el interior de los muebles pueden ser otro punto a cambiar. El papel pintado nos ofrece estupendas posibilidades, aunque el interior también se puede pintar con otro color para hacerlo destacar. No obstante, se llevan estos papeles pintados con todo tipo de estampados originales para darle un toque diferente al mueble.
El artículo ha sido originalmente publicado en Decoora.