La maleta la adquirió en In the name of vintage, una tienda online donde puedes conseguir objetos viejos para darles una segunda oportunidad. Como ella misma dice, tuvo dudas de si dejarla tal cual, pero finalmente se decidió a hacerle algo que la hiciera única.
Para eso escogió el Water Blue, el Antique Pink, el Telemagenta, Red Lilac, Mint Turquoise y Mint Green de la gama Pintyplus Evolution. Se trata de una gama de pinturas acrílicas en srpay que tienen la ventaja de secar muy rápido, por lo que tan solo 15 minutos después ya se puede manipular el objeto pintado. El proceso siempre es el mismo: cubrir las zonas que no se quieren pintar con cinta de carrocero, dar una primera capa muy fina para el anclaje y, sin esperar, ir rociando la superficie de forma muy suave y a una distancia de unos 20 cm hasta tener toda la superficie cubierta.
Si después de pintar ves que hay algún claroscuro, puedes corregirlo pintando encima o esperando a que seque un poco para cerciorarte de que no es un tema de evaporación del disolvente. Siempre de forma suave, es la clave para conseguir una capa uniforme. Si lo haces así no tendrás que dar más capas posteriores, lo puedes hacer de una misma vez.
Lo más complicado al final es ir de aquí para allá con la cinta de pintor. Dependiendo del dibujo que hagas tendrás más o menos trabajo, así que paciencia. Para las patas se reutilizó las de una silla vieja. Tan solo se cortaron, se pintaron y se clavaron en las esquinas de la maleta… ¡Así de fácil!
Nos gustó mucho el resultado y la verdad es que fue una de las estrellas de las ferias por donde pasó. No sé si Lorena es mediática, pero su maleta lo fue desde el primer momento.
Y como en el fondo sigue siendo una maleta no puede hacer otra cosa que viajar. Próximo destino: Colonia.
;)