Una visión etilista del estilo rústico e industrial, es lo que pensé nada más ver esta exquisita casa de Aix-en-Provence. Sus nítidos espacios conjugan a la perfección ambos estilos, deviniendo en una atmósfera llena de luz, de naturalidad y de un diseño impecable por su originalidad. Las desnudas paredes potencian una luminosidad radiante, sólo algún cuadro rompe la hegemonía del blanco. El toque industrial de las escaleras y la cocina crean un ambiente etéreo, fresco, de una frialdad absolutamente deliciosa. Obras de arte artesanas se funden con muebles de lo más actual, aunque reconozco que lo que más destacaría son esas vigas rojas, procedentes de algún derribo, que crean un gran impacto visual. Impresionante, en una palabra ....
Publicado con permiso de Desire to inspire