Hoy nos llegamos hasta Varsovia para disfrutar del exterior de una casa que es una fantasía para los sentidos. Cuenta con un porche cubierto, construido con tablones de madera y bancos muy sencillos, para estar al abrigo del sol y del frio. Esta es la zona de descanso, porque entre el porche y la casa tiene un completo comedor de verano, franqueado por unas preciosas plantas enredaderas que disimulan el muro de separación con la casa vecina. Y como han pensado en todo y querían disfrutar de las vistas al jardín hasta en los días más frios, el salón comedor acaba en un porche con el frente y el techo acristalado, desde el que reciben toda la luz y de paso, pueden contemplar el maravilloso jardín sin tener que salir de casa.
Fuente: Weranda