Arrancamos semana, estrenándola con vistas y nuevas perspectivas. Ideas y conceptos que puedan enriquecer el espacio y con el que nos sintamos de una forma diferente. ¿Pero como podemos hacerlo sin caer en lo vulgar o lo pervertido?
Pues bien, si hablamos de poner un espejo en el dormitorio pensamos en colocarlo lo mas próximo a la zona de vestidor. En la arquitectura española es lo mas común, colocarlo en el pasillo o próximo a él, y si dispones de un dormitorio mas bien cuadrado , a los pies de la cama.
Pero…¿hemos pensado alguna vez colocarlo como cabecero? Puede que no sea una de las apuestas mas recurrentes, pero sin duda, hoy vamos a tomar nota de algunos ejemplos que quizá nos hagan cambiar de impresión en la búsqueda de ampliar el espacio y la visión del mismo.
El espejo es uno de los mejores aliados en cuanto a decoración se refiere. Perfecto recurso para añadir perspectiva a estancias como un salón o un dormitorio, y que por su diseño o moldura puede ser la pieza clave para aportar carácter y personalidad.
Como veis, soluciones optimas para todo tipo de estilos y espacios. Desde elegantes, sobrios y clásicas decoraciones, hasta urbanas, dinámicas y hasta reducidas.
Su función principal, proyectar y crear amplitud visual, ya sea moldurado y sobre la propia cama, creando un dinamismo o cabecero, o anexo a las mesillas, haciendo de la perspectiva un plus del espacio.
Soluciones que a mi me encanta utilizar en muchos proyectos, y que pueden llegar a crear decoraciones diferentes y únicas.
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