Tan sólo una llamada basta... - Ha resultado usted agraciada con un paquete ¡sorpresaaaa!!!! - ¿Importe? - Por ser usted 0? - ¡Ahhh! pues entonces va a ser que me lo quedo, pase, pase...
Con la emoción del momento se te olvida que el importe imprimió un ligero temblor en tú cuenta hace ya... ¿Qué importa?...
La conciencia se encarga de aleccionarte... - ¿Y ahora que más te da?, si el pasado pasado está y el presente se presenta en forma de paquete, envuelto en la incertidumbre de quien sabe lo que tiene entre las manos, pero no es capaz de verlo claro... ¿No dicen que el presente es lo que cuenta?, pues ¡a por las tijeras!, que los precintos cada vez se resisten más y el tiempo corre que se las pela.
Y el momento crucial del asunto, es cuando el contenido sale a la luz y tú expresión lo dice todo ¡me encanta!!!! o... ¡No es oro todo lo que reluce, y este reluce menos de lo que esperaba!!! y ¡BOOM! la conciencia y el temblor de cuenta caen sobre ti, esta vez sí, como una pesada losa...
¡¡¡Y hoy es un día de esos!!!, digo de los de llamada a la puerta, paquete y ¡sorpresa de las buenas!
Y yo, angustiada pensando que iba a tener que poner hoy en la lista de momentos del día que había sido una valiente haciéndome un análisis sin marearme... Y dos horas después me hallo aquí con una guirnalda de estrellas oficialmente ya de mi propiedad y con la conciencia dándome sugerencias sobre donde colocarla... Porque yo soy de las que primero compra arrastrada por una pasión irrefrenable y luego piensa donde encajar lo comprado en una vida llena de cosas y poco espacio... Qué se le va a hacer, una queda lejos de ser perfecta, aun así EL FUTURO siempre acaba perdonándome generosamente mis deslices...
Hoy, os iba a enseñar una casa, de esas que te dejan sin fuerzas, sin aliento y sin uñas... Pero me apetece mostraros cual ha sido el contenido de mi paquete... Porque además de la guirnalda, creo que por error (jejeje) el mensajero ha metido también una cajita de madera preciosa... Esque este Papá está en todo y debió de colarse en casa el día en que mi Vikiki me dijo que pensara en ir poniendo orden a mis potinguillos para la cara, que amenazaban con salirse del cajón y organizar una masacre digna de Hitchcock...
¡FELIZ MARTES!
Fotografías: Cosas de Palmichula
Productos: Atelier Vintage 50