Nuevos macros para el blog hop que organiza Nika Vintage.
Quienes tenéis hijos seguramente me entenderéis si os digo que
para mí el año nuevo empieza en septiembre con el comienzo de curso.
El paso de diciembre a enero, tras las vacaciones de Navidad, no
suponen un cambio tan drástico como el que se produce tras los
meses de verano en que los chicos no tenían clases, el tempo
era más laxo, los días más largos...
Ahora se retoman las clases, el nuevo curso, otras asignaturas, los libros,
los apuntes, las horas de estudio en casa, las actividades extraescolares...
Los días se hacen más cortos y anochecerá pronto cuando se produzca el cambio de hora.
En mi caso esta sensación "curso nuevo=año nuevo" es doble puesto
que trabajo en una biblioteca universitaria.
En verano el número de usuarios desciende considerablemente y
suele tratarse de investigadores más que estudiantes.
Nos centramos en tareas de conservación y proceso de los fondos
bibliográficos y es ahora, con el comienzo de las clases, cuando
nuevamente los estudiantes hacen suyas las bibliotecas, el campus
despierta y adquiere vida propia.
Siempre he considerado un lujo trabajar en un entorno académico,
estar rodeada de gente joven, con ganas de aprender, positiva y alegre.
Es como seguir siendo estudiante pero con la experiencia de los años.
Los alumnos de primero de carrera me generan una gran ternura,
se les identifica fácilmente, llegan asustados, como esperando encontrar
a la clásica bibliotecaria de gafas, moño y cuello camisero cerrado.
Y yo me sonrío porque, aunque hace ya algunos añitos que me encontraba
en su situación, no creo haber cambiado mucho en ciertos aspectos.
No he perdido la capacidad de sorpresa, la ilusión por aprender,
la satisfacción cuando les ayudas a que aprendan...
No he perdido el espíritu universitario, la sensación de que una
buena educación es fundamental para conseguir un mundo y un
futuro mejor.
Sigo pensando que una juventud con valores positivos, con ganas
de avanzar, de formarse, es fundamental.
Y no se trata de ser ratones de biblioteca, de hecho, los nuevos centros
de acceso al documento y a la información no tiene nada que ver con
las bibliotecas decimonónicas de acceso restringido, oscuras y aburridas.
El nuevo concepto de bibliotecas da la misma importancia a los espacios
de descanso, de trabajo en grupo, a aquellos en los uno aprende y se
forma realizando actividades que no sólo son estudio y lectura.
Los vasos de las fotografías que hoy os muestro son de las máquinas
de café de estas zonas de las que os hablo.
Contienen mensajes positivos, vitales, motivadores...
Tienen un precioso diseño que me llevó a coleccionarlos.
Pertenecen a la serie Paréntesis,
obra ganadora del Concurso Despierta de Creatividad
Publicitaria y su autor es Lufti Zeton de la Universidad de Málaga.
¿Os soy sincera?
Una parte de mí envidia a los estudiantes de hoy.
Los medios técnicos, las posibilidades de aprendizaje,
la facilidad de intercambios con otros países, la mayor información...
Y, por supuesto, la juventud.
;-)