Las cocinas que tenemos en nuestro hogar no son siempre ni tan grandes ni tan luminosas como hubiésemos deseado. Para solucionar este tipo de inconvenientes, utilizamos pequeños trucos que las revisten de una nueva claridad. El empleo de electrodomésticos de acero inoxidable es uno de ellos.
Indudablemente, el acero es un material que está de moda y por el que las generaciones actuales ya han apostado de forma definitiva. Sus destellos plateados hacen las delicias de todos aquellos que buscan el brillo perdido en esta estancia.
Asimismo, es muy frecuente hallar este elemento como inspirador de los diseños más innovadores dentro del menaje. La mayoría de las firmas cuentan en sus filas con artistas que trabajan el acero, dotándolo de personalidad propia y llevando a tu cocina un aire cargado de modernidad.
A medida que avanza el tiempo, se incrementan las necesidades. En este sentido, la cocina se acerca cada vez más a la perfección. La comida al vapor se convierte en protagonista en hornos como éste.Aquellos que prefieran colores vivos, pueden combinar sin problema la pintura en pladur con los electrodomésticos en acero, sugiriendo nuevos modos de ornamentar nuestra cocina.
Las cafeteras de vapor vienen pisando fuerte desde hace unos años. Empotradas en un módulo vertical, nos harán disfrutar cómodamente cada mañana de un delicioso café recién hecho.
Los electrodomésticos ya no son un simple instrumento funcional. Ahora forman parte de amplios muebles dentro de las cocinas, convirtiéndose en artículos no sólo útiles, sino también decorativos.
Los pequeños electrodomésticos son un complemento esencial para el día a día. La amplia gama existente unida a la claridad visual del acero con el que han sido concebidos, multiplica su belleza estética.
En las nuevas colecciones, el mueble vertical se convierte en el soporte ideal para enmarcar los productos de acero inoxidable. Líneas sobrias dan cobijo a hornos de moderno diseño.
Las griferías se modernizan en las cocinas. El bienestar se convierte en el fin último de los fregaderos. Los grifos dejan de ser estáticos y pueden alargarse a modo de ducha para la limpieza de ollas y cacerolas.
Los fregaderos fabricados habitualmente con esta materia prima, evolucionan y usan complementos como el cristal. Este es el caso de esta tabla que se usa para cortar o apoyar los instrumentos de cocina.
Los sistemas monomando también cambian su estilo. Un ejemplo es este grifo en acero inoxidable está decorado con una espiral que otorga un aire más sofisticado al fregadero.
Los frigoríficos fueron los primeros en rendirse al atractivo del acero. Las funcionalidades tradicionales de estos aparatos se refuerzan con expendedores de hielo y agua dentro de muebles panelados.
El mobiliario auxiliar también elige al acero. Las barras, las mesas y las sillas caminan de la mano de los electrodomésticos. El carácter práctico convoca una sorprendente sensación de amplitud.
La campana extractora ya no disimula su presencia. Obliga, por sus voluminosas dimensiones, a la existencia de un espacio considerable para su ubicación, pero vale la pena contar con algún modelo actual.
Las neveras fusionan cristal y acero inoxidable. Dejan ver su contenido, muy bien organizado gracias a las diferentes áreas que contempla. Bebidas y comida a la vista dentro de una cocina muy personal.
Las placas empleadas para elaborar suculentas recetas se apoyan también en el acero. Las máximas más importantes son la amplitud y el protagonismo de los fogones. Los frontales van a juego con el conjunto.