Sentarse en el suelo o sobre alfombras son hábitos que tienen su origen en los pueblos nómadas de las altiplanicies asiáticas, tribus en constante movimiento, que no podían trasladar muebles, por lo que para ellos lo esencial sea el suelo, a diferencia de los occidentales que conceden más atención a las paredes.
Fue a finales de la Edad Media que se conocieron en Europa las alfombras orientales, aunque debido a su elevado precio, se usaban de manera más limitada y distinta que en el Oriente. En el siglo XVlll, por ejemplo, se empleaban como manteles o tapices murales.
En Europa se comenzaron a fabricar también alfombras tejidas a mano, entre ellas las francesas alcanzaron gran renombre, sin embargo tampoco se usaron para cubrir los suelos.
Las alfombras se clasifican en dos grupos:
- Las hechas a mano, donde se encuentran las anudadas (o de nudo) y las de tipo kilim o karamani.
- Las fabricadas por procedimientos mecánicos, que son las tejidas y las no tejidas (anudadas mecánicamente, bordadas, las de punto, etc)
Alfombras de nudo
Se confeccionan en un telar con un plegador, horizontal o vertical, cilindro sobre el cual el tejedor va arrollando la tela, a medida que se reproducen los dibujos del diseño, la lana se anuda alrededor de los hilos del plegador y se sujeta con otros nudos, o bien mediante un urdimbre que sirve de soporte.
Estos nudos de lana denominados copetes, se cortan a la longitud requerida, los nudos más usuales compuestos de dos hilos, se llaman nudos turcos y nudos persas. El material utilizado más frecuente es la lana, aunque también utilizan la seda.
En las alfombras antiguas también se entretejían hilos metálicos para conseguir algún efecto de contraste.
La calidad del tipo de alfombra de nudo se mide justamente por la cantidad de nudos por metro cuadrado, algunas costosísimas y extraordinarias alfombras de seda cuentan con más de un millón de nudos por metro cuadrado.
La manufactura de las alfombras, vieja tradición oriental, aún persiste en la cultura islámica, pese a la influencia de las técnicas de producción en serie, también resulta aplicable a las alfombras chinas. Desde la Edad Media hasta el siglo XlX, las alfombras confeccionadas en el noroeste de Europa seguían los modelos orientales, pero con la mecanización terminaron por perder todo el valor artístico.
La superior calidad y belleza de las alfombras orientales, son el mejor exponente de la cultura islámica. Aparte de los musulmanes orientales, solo los chinos han creado alfombras de auténtico valor artístico.
Fuente: Enciclopedia Visual Océano
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