El baño es una de las estancias que más tememos cuando nos mudamos a una casa nueva, sea de alquiler, comprada, o una antigua casa que nuestros abuelos nos dejen en herencia… Normalmente el cuarto de baño es algo que no podemos tocar demasiado a no ser que invirtamos bastante dinero y levantemos todo para comenzar casi de cero.
Tratamos de dar otro aire a un baño antiguo colocando algunos cestos, toallas de tonos claros… Pero al final el extraño mix de estilos que conseguimos lo único que hace es empeorar la cosa. Y es que, si partimos ya de ese obsoleto azulejo en color verde botella o en tonos vino, como es el caso del cuarto de baño que os enseño hoy, la cosa es ¡cuánto menos complicada! si de crear un ambiente escandinavo se trata. Pero no es imposible, veréis con este ‘antes y después’ cómo podemos lograr un baño totalmente nórdico sin realizar una gran inversión económica, de hecho, los propietarios de esta vivienda fueron ellos mismos quienes llevaron a cabo la obra casi en su totalidad, salvo la instalación sanitaria.
Además, si no invertimos tiempo y, obviamente, algo de dinero, en un cuarto de baño bonito, corremos el peligro de convertirlo en una despensa en donde almacenar el cubo de la fregona, productos de limpieza... Y será una pena estropear el conjunto decorativo de nuestra casa solo por una habitación.
Este cuarto de baño es un ejemplo de cómo cualquiera podemos llevar a cabo pequeñas reformas en el hogar si tenemos paciencia y nos inspiramos con buenas ideas.
Lo más importante era conseguir toda la luminosidad posible en la habitación, introducir el blanco como fondo base de toda la decoración y complementar con detalles de inspiración nórdica, como la encimera del lavabo y la bandeja de la bañera, ambas en madera de roble, los cestos para almacenar las toallas, los botes de jabón, que están siempre presentes en todas las casas nórdicas.
Espacio y almacenamiento
Otro dato importante es el espacio, el almacenamiento y la amplitud, en este caso no contamos con muchos metros cuadrados, pero una buena solución es colocar grandes espejos que reflejen la estancia y con ello crear esa sensación de mayores dimensiones.
Los cestos son ese tipo de accesorio decorativo imprescindible para un aire nórdico y encima nos aportan soluciones para guardar toallas, botes y cualquier cosa con tal de que no tengamos todo a la vista.
Como podéis ver el resultado es totalmente asombroso, hemos pasado de un baño de la época de ‘Cuéntame’ a un baño moderno, juvenil, de inspiración nórdica y muy funcional.
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