No hay nada que me guste más que llegar a un hotel o a la casa de alguien y oler a fresco. Con los años reconozco que empiezo a hacerme un poco exquisita para los olores, y más desde que tomé la mejor decisión de mi vida: Dejar de fumar.
Aunque he descubierto que no soy sólo yo ¡no soy una loca! Está demostrado que es una de las cosas que antes se retiene en nuestro cerebro al entrar en un lugar, si huele mal, difícilmente nos vamos a fijar en otra cosa que no sea la búsqueda de el motivo.
A veces por malos olores, otras por uso de fragancias demasiado fuertes… que difícil es mantener el olor que queremos.
Es por eso que hoy os traigo pequeños trucos que funcionan para mantener el buen olor en casa. Algunos de ellos como veréis, son lógica pura, otros en cambio os sorprenderán.
Ventilar un mínimo de 10 minutos al día todas las estancias de la casa.
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Intentad en la medida de lo posible no tener nada de basura en casa, ni siquiera reciclaje.
Si fumais ¡dejadlo! Y sino… pues qué le vamos a hacer, os daré algunos truquitos. Dejad vuestras chaquetas y bolsos en la galería hasta que pase el olor, utilizad ambientadores cítricos (son los que más absorben este tipo de olor) y usad armarios distintos que el resto de la familia. Y por supuesto, nunca Nunca, fumeis en casa.
Si tenéis animales de compañía: En el caso de perro, llevarlo a la pelu con frecuencia y cepillarle a menudo con colonia especial para perros. Los gatos por suerte son más limpios y rara vez dejarán olores, eso sí, mantened limpio su arenero, lo de cepillarles sobretodo va a ser por el tema de pelos. En ambos casos, comederos, bebederos y juguetes limpios.
Si cocinais pescado, un buen truco es hervir en una olla agua con un poco de bicarbonato.
Si se ha quedado algún olor en microondas, basta con que pongáis un vasito con agua y zumo de limón 1 minuto
Lavavajillas: Cada 9 ó 10 lavados, usar un limpiamáquinas y colocad medio limón con clavos de olor lo más cerca de la puerta posible.
Cubo de la basura. Yo intento lavarlo todas las semanas con agua y lejía. Pero por si las moscas se cae algún líquido mal oliente dejo una fina capa de arena de gato en la base. ¡Es un truco infalible!
Para la entrada y salón el olor a jazmín, gardenias y demás flores frescas irá genial. En estas zonas es muy aconsejable tener a menudo flores frescas, además del olor, darán un encanto especial a vuestro hogar, y si compráis las flores dentro de temporada os resultarán muy muy económicas. (Por ejemplo ahora es época de girasoles) Si habéis tenido una comida o reunión, podéis además de ventilar, poned algún incienso muy muy suave en la zona más abierta y con mejor ventilación de estas estancias.
Para la cocina lo mejor son los olores cítricos. Corta unas cáscaras de naranja y limón y déjalas en un recipiente si hay olor a comida o tal y como hablábamos hierve agua con bicarbonato. No será necesario nada más.
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En el baño podéis utilizar olores como el té verde o algunos llamados “spa” que como su propio nombre indica son ideales para estos espacios. Si no disponéis de ventilación suficiente podéis usar purificadores. Son un gran aliado.
En la habitación sobretodo hay que tener muy en cuenta el textil y la ventilación. Con respecto a lo primero, yo aconsejo cambiar a menudo las sábanas y lavar éstas con una olor distinta y más fresca que el resto de ropa. En este tipo de tejidos, igual que las toallas podéis permitiros usar olores más fuerte (siempre frescas) Además hoy en día existen unos vaporizadores llamados “spray bed” que podéis pulverizar al hacer la cama, al final tenéis una selección de compras y os muestro alguno de ellos, si lo usáis contadme ¡Veréis el resultado!
Para los armarios hay mil trucos. Romper en trocitos los jabones de mano que vais desechando por estar usados y repartirlos en cajones. Poner ramitas de incienso pegadas en la parte de arriba. O por supuesto, las socorridas bolsitas de lavanda, que además de dejar un olor fantástico tienen propiedades antipolillas.
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Pulverizar un poco de la fragancia en las bombillas apagadas, cuando se enciendan, emitirán ese olor poco a poco.
Y este último truco no es para casa, pero seguro que os viene bien. Mi primer trabajo fue en la cocina de una cadena de hamburguesas, así que llegaba a casa con las manos llenas de olor a salsa y pepinillos, me volvía loca para quitar ese olor de las manos, hasta que por fin un día se me ocurrió partir un limón y restregárlo por las manos. Os aseguro que después de aquello lo he usado muchísimos y siempre funciona.
Y por último, aquí tenéis una selección de los productos que yo uso en casa
Espero que os haya gustado y no olvidéis contarme qué tal os han ido los trucos o si tenéis algún truco infalible ¡Compartidlo!
¡Feliz semana!